Las mujeres vikingas son uno de los temas que más interés han suscitado en los últimos tiempos, desde que apareciese en la pequeña pantalla uno de los personajes que más simpatías se ha ganado: Lagertha. ¿Quién no la conoce? ¿Quién no ha caído rendido a sus pies? Sin embargo, como suele pasar con estas cosas a veces la ficción invade a la realidad y se acaban formando ideas equivocadas y se generan nuevos estereotipos que, lamentablemente, hacen más mal que bien a la Historia.
Hace unos días escribí para Desperta Ferro Ediciones dos artículos sobre las mujeres vikingas que hoy, en una versión más reducida, han salido en el periódico La Razón en su edición en papel.
Os los dejo para que podáis leerlos y me contéis qué os parecen.
Y os dejo un párrafo, para reflexionar:
Según Judith Jesch (Women in the Viking Age, 1991) las mujeres escandinavas ni siquiera podrían llamarse vikingas ya que el vocablo en nórdico antiguo del que deriva la palabra vikingo, vikingar, solo se aplicaría a aquellos hombres escandinavos que, entre los años 800 y 1100 d. C., se dedicaban a ir de expedición en sus barcos largos y estilizados. Las mujeres, por ende, no podrían haber sido «vikingas». De hecho, afinando aún más, ni siquiera todos los hombres escandinavos de este periodo habrían sido vikingos, ya que muchos no se dedicaron al comercio, a la guerra o al saqueo.
Archivado en: Mujeres Vikingas, Sociedad Vikinga Tagged: Historia de Género, Mujeres, Mujeres Vikingas, Sociedad Vikinga, Vikingos
