Si a día de hoy, empezando el 2020, es complicado encontrar una sociedad en la que la igualdad de género sea algo real y tangible, como comprenderéis, pretender que eso haya sucedido en algún momento de la historia, es más que complicado.
Mucha gente cree que antiguamente las sociedades eran matriarcales, sin embargo, actualmente no hay evidencias de sociedades matriarcales en la prehistoria, sino más bien de sociedades matrilineales, que no es lo mismo. Como ese no es el tema que nos ocupa y yo aquí he venido a quejarme y a pedir un poco de cordura y un poco de responsabilidad a la hora de divulgar, solo os voy a decir que si lo que queréis es saber un poco más sobre el origen del patriarcado os recomiendo el libro homónimo de Gerda Lerner: El origen del patriarcado.
Dicho lo cual, vamos a por los vikingos… o mejor, las vikingas.
Los problemas de la mala divulgación histórica
QUE NO, QUE LA SOCIEDAD NÓRDICA NO ERA UNA SOCIEDAD IGUALITARIA, NI HABÍA EQUIDAD DE GÉNERO, NI NADA POR EL ESTILO.
Las mujeres vikingas si bien sí parece que gozaron de algunas prerrogativas o libertades más que las de otras sociedades contemporáneas, no gozaron de nada parecido a la iguadad o la «equidad de género». Para empezar, las mujeres no podían participar en el Thing (la asamblea de gobierno donde sí participaban todos los hombres libres) y, en general, no podían gobernar. Las mujeres, además, poco podían opinar sobre sus alianzas matrimoniales, donde tenían la voz cantante los parientes masculinos de la mujer (padre, hermanos, tíos). ¿Os parece esto una sociedad con igualdad de género? Ni de lejos.
Y cada vez que leo un artículo de algún dudoso medio, escrito por algún dudoso profesional (por llamarle algo), donde se dicen todas estas barbaridades se me muere una neurona. Y también un gatito vikingo.
En la era del clickbait, del titular pistolero, de la búsqueda desesperada de contenido monetarizado y del santísimo copia y pega sin mirar atrás, las páginas, webs, medios de comunicación y personas que hacen esto se están cargando, están dilapidando, están echando por tierra, están denigrando el trabajo de miles de historiadores e historiadoras, de profesionales que, como yo, hacemos nuestro trabajo conforme a las reglas, métodos y técnicas de nuestra profesión.
Una de las primeras reglas es NO COPIARÁS. Es una lucha titánica y constante en esta profesión y más aún por internet, y es una de las razones por las que este blog ha pasado a tener contenido bajo suscripción. Como es una historia larga, podéis leerla aquí si queréis para no irnos por las ramas.
Otra de las primeras reglas es CONTRASTARÁS LAS FUENTES. Eso significa que hay que leer e investigar en varios sitios, que hay que contrastar lo que dicen todos esos sitios y de dónde sacan la información esos sitios para tener la certeza de que lo que estamos compartiendo y escribiendo es contenido de calidad, fiable y verificable.
Otra regla importante, por poner una más, es CITARÁS TUS FUENTES. No solo es que no copies o que contrastes lo que escribes, es que cuando escribes usando el trabajo de los demás, les das el crédito que mercen. Esto se hace por respeto al autor o autra y, sobre todo, porque eso es lo que da fiabilidad a tu trabajo.
Internet está lleno, llenísimo, de blogs y webs que no cumplen ninguna de las tres: que copian y pegan de otros sitios (y al final por toquetear un poco esto y aquello y que parezca que lo hemos escrito nosotros acabamos diciendo lo que no era, como un teléfono escacharrado). Y que no contrastan lo que copian y pegan o comparten. Y mucho menos citan de dónde sacan la información. Y así se crean los bulos estratosféricos que parece que en los vikingos no tienen fin.
Historia (real) de las mujeres vikingas
Cuando habíamos superado (más o menos) lo de los cascos con cuernos, llegan las vikingas que luchaban a miles y la igualdad de género en la época nórdica.
Y es absolutamente descorazonador ver cómo esas páginas que comparten contenido de dudosa calidad, esos medios de comunicación que comparten contenido falseado cuando no directamente inventado, tienen cientos de miles de seguidores y sus artículos y publicaciones se vuelven virales en pocas horas. Y el daño ya está hecho. Y no poco, precisamente.
Así que, para intentar paliarlo y ya que la historia de género es uno de los aspectos que más me gustan del mundo nórdico, a lo largo de todos los años que lleva abierto el blog he ido subiendo artículos para hablar de mujeres vikingas unos, y para desmitificar o contrarrestar algunas noticias otros.
Los voy a dejar aquí a modo de recopilación para que, si de verdad os interesa la historia vikinga y el papel que jugaron sus mujeres, podáis leerlos (y escucharlos porque algunos son entrevistas de la radio) y tener una idea real, veraz e histórica de las mujeres vikingas.
Empezamos por el principio: el papel de las mujeres en la Era Vikinga
En estos artículos o entrevistas de la radio podéis haceros una idea del papel general que desempeñaron las mujeres nórdicas; podéis leer cuáles eran sus cometidos, cuáles no, a qué se dedicaban, en qué radicaba su importancia, etc.
Continuamos intentando derribar el mito de la mujer guerrera como algo habitual
En este artículo específico os explico por qué las mujeres vikingas no eran guerreras en la misma proporción que los hombres. Lo escribí a raíz de otro caso flagrante de mala praxis divulgativa hace unos años. En aquel momento se presentaron los resultados de un estudio en el que se explicaba que la mitad de los cuerpos analizados procedentes de la zona del Danelaw (la zona de Inglaterra en la que se establecieron los vikingos durante su conquista del territorio) eran de mujeres. Esto no significa, ni el estudio dice, que la mitad de los guerreros vikingos eran mujeres; lo que explica el estudio es que es más que probable que durante la conquista vikinga de Inglaterra llegaron a colonizar el territorio y a asentarse en él tanto hombres como mujeres, al contrario de lo sucedido en otros territorios, donde los vikingos se mezclaron con la población autóctona. Lo tenéis todo desarrollado en el artículo. Y podéis leer también
Así que, siguiente regla: SI NO ENTIENDES UN PAPER O UN ESTUDIO NO PUBLIQUES LO QUE TE DA LA GANA.
Y, por último, ¿una tumba de una guerrera es sinónimo de mujeres guerreras?
Aquí os explico el problema de hacer historia/arqueología desde un punto de vista androcéntrico a raíz de los (re)descubrimientos de la tumba vikinga de Birka (la del gran guerrero que al final era una mujer). En este artículo también hago hincapié en el gran problema que es otorgar valor al papel que jugaron las mujeres en la historia solo cuando les asignamos roles considerados masculinos.
La entrada No, la sociedad vikinga no tenía igualdad de género. Un poquito de por favor cuando hacemos divulgación se publicó primero en The Valkyrie's Vigil.