Nuevo hallazgo arqueológico y, de nuevo,… ¡una espada vikinga! Se estima que es una espada del siglo IX o X y se ha encontrado en la ciudad de Patara, cerca de Licia, en la provincia de Antalya, Turquía. ¿La espada de un soldado de la Guardia Varega?
El hallazgo se produjo durante unos trabajos de excavación que se están realizando en esta ciudad y el arqueólogo Feyzullah Şahin de la Universidad de Akdeniz ha confirmado que se trata de una espada vikinga. Sahin se aventura a elucubrar que tal vez este artefacto perteneció a algún soldado que luchó en alguna guerra naval durante la primera mitad del siglo IX o durante el X, tal vez como mercenario en el imperio Bizantino. Los vikingos del este, conocidos como Varegos, sirvieron en ocasiones como mercenarios en la armada bizantina a partir de principios del siglo X (bajo el reinado de Basilio II en el 988) y llegaron a constituir lo que se conoce como la Guardia Varega, un cuerpo de élite que sirvió a los emperadores bizantinos y que se compuso de guerreros nórdicos durante al menos sus cien primeros años. El más conocido de ellos fue Harald Hardrada quien, tras su periplo por Asia, regresó a Noruega y lideró un ejército en el año 1066 que se enfrentó a los anglosajones ese mismo año en la batalla de Stamford Bridge. Batalla que dio fin, de forma oficial, a la Era Vikinga. Si queréis leer sobre esto, podéis hacerlo en esta entrada: 1066, el año del fin: las batallas de Stamford Bridge y Hastings.
El trozo conservado de la espada mide poco más de 43 cm y las características del pomo o la guarda la encuadran dentro de la tipología de espadas vikingas K y O, según la clasificación de Jan Petersen. Y os preguntaréis qué es esto.
El arqueólogo noruego Jan Greve Thaulow Petersen (1887 – 1967) escribió en el año 1919 el libro De Norske Vikingsverd (Las espadas vikingas noruegas) donde llevó a cabo un minucioso trabajo de catalogación de espadas de época vikinga basándose en sus características. Os dejo una foto de las que se mencionan en cuestión.
Aunque no era lo más habitual (por el coste de estos objetos) se sabe que los vikingos depositaban espadas en las tumbas como ajuar funerario en calidad de regalo hacia la persona fallecida. La espada fue depositada en una vaina de madera, algo habitual en este tipo de ofrendas, pero es difícil saber a ciencia cierta por qué esa espada en particular llegó hasta Patara, según la profesora Havva İşkan Işık .
Las excavaciones en la zona del descubrimiento llevan en marcha más de 30 años bajo la dirección de la profesora Havva İşkan Işık de la Universidad de Akdeniz y es una zona arqueológica de especial relevancia. Patara fue uno de los mayores enclaves comerciales de Licia, localizado en la desembocadura del río Janto, y se dice que el oráculo de Patara ubicado en el tempo de Apolo (aún no descubierto) rivalizaba con el de Delphos y alcanzó en reputación al templo de la isla de Delos. Se creía que Apolo vivía en Delos durante el verano y en Patara durante el invierno como recogieron Heródoto de Halicarnaso y Servio Honorato. Patara era uno de los hijos de Apolo y habría fundado la ciudad, según la mitología.
La ciudad de Patara se rindió a Alejandro Magno en el año 333 a. C. llegando a ser durante el Periodo Helenístico un símbolo de democracia. En el año 42 a. C. la capturó el general Brutus y pasó a ser un importante enclave romano en el Mediterráneo. Posteriormente la ciudad cayó en manos del Imperio bizantino y Otomano.
Hasta la fecha solo se había encontrado –también durante una excavación en 2010 y en la provincia de Muğla– un indicio material de la presencia de los vikingos en Anatolia, otra espada.
Ya hemos visto a lo largo de la serie que sus creadores se han inspirado para muchas escenas, tramas y personajes en la historia y la mitología nórdica. Hemos analizado en este blog algunos de los personajes que han aparecido en estas cinco temporadas y hemos hablado de qué personajes históricos parece que han tomado referencias. Del Floki histórico ya hemos hablado (puedes leerlo pinchando aquí) pero ahora le toca el turno al Floki mitológico, que podría ser, efectivamente, Loki (y no solo porque los nombres se parecen). Vamos a ver por qué.
Loki es uno de los personajes más ambiguos de los que aparecen en las Eddas y en los registros arqueológicos. Loki no es un dios como tal, ni de la familia de los vanes ni de los ases, sino que es hijo de la giganta o etona, llamada Laufey, y del gigante o etón Farbauti. Y ya aquí empiezan las curiosidades; Loki, a diferencia de como sucede con la inmensa mayoría personajes, forma su apellido a partir del de su madre, y no del su padre como es lo habitual en Escandinavia (máxime en la época de la construcción de las Sagas y las Eddas): Loki Laufeysson.
Es un personaje complicado y oscuro, del que no existe un culto rastreable ni arqueológica ni toponímicamente como sí sucede con otros dioses como Tyr, Odín, Thor, Frey o Freya. Tampoco hay nombres de personas que deriven de su nombre, como sí ocurre con los dioses mencionados hace unas líneas. Esto podría deberse a que no es un dios como tal, pero hay otros personajes y elementos de la mitología nórdica que sí recibieron culto en el pasado que tampoco eran dioses estrictamente.
Pese a no ser un dios, Loki aparece en las Eddas de forma recurrente, podríamos decir que es de hecho uno de los personajes con más relevancia, pues su actuación en numerosas ocasiones propicia, y es el pretexto, de la narración mitológica. Sin embargo, lo hace como un personaje engañoso, malicioso y, como describió el propio Snorri en su Eddda «origen de todo fraude». De él se dice que es hermoso y bello, pero de mala naturaleza y de costumbres caprichosas. Es extremadamente sabio y astuto. No obstante, pese a su «maldad», en muchas ocasiones es Loki el que, hasta con acciones ignominiosas para él (como transformarse en una yegua para aparearse con el caballo de un gigante que quiere hacerse con el Sol y la diosa Freya), arregla el desaguisado que ha formado. Incluso Loki muchos de los dioses le deben sus maravillosos objetos mágicos, como Thor y su mjölnir, Frey y su barco mágico, Odín y su anillo Draupnir, etc. Loki, como Odín, tenía la capacidad de transformarse en personas y animales: halcón, mosca, yegua, salmón…
Y relacionado con el Ragnarök, Loki tuvo tres hijos con la giganta Angrboda: el lobo Fenrir, la serpiente Jormungander y la diosa del inframundo, Hela. Tres hijos que fueron capturados y confinados por los dioses, pues sabía Odín de lo que eran capaces, pero que cuando llegue el día de Ragnarök se liberarán y junto a su padre, Loki, y los gigantes del fuego liderarán las fuerzas del mal contra las del bien, los dioses.
Hablaremos de Loki en el blog con más calma porque es un personaje de la mitología y la religión nórdica que me fascina y os traeré muchas cosas interesantes. Pero esa introducción era necesaria, aunque breve, para ponernos un poco en contexto, antes de comenzar con las similitudes entre Loki y Floki.
El cautiverio y el castigo de Loki
Ilustración de Loki y Sigyn por Mårten Eskil Winge, 1863
Loki está relacionado con los aesir pues Odín, el dios más importante de todos, se hermana con él y le ofrece vivir en Asgard con el resto de los dioses. Sin embargo, sus actuaciones le llevarán a perder el trato de favor de Odín y del resto de dioses. ¿Por qué? Por el asesinato malicioso de Balder. Balder era el hijo de Odín y su esposa Frigg. Era el dios más bello y más querido de todos los dioses y, especialmente, de su padre Odín. Loki, en una de sus triquiñuelas, un día propició el asesinato de Balder, hecho que sumió a Odín en una tristeza profunda. Los dioses aesir, para vengar la muerte de su estimado Balder, apresaron a Loki y lo encadenaron a una roca infligiéndole un terrible castigo. Hasta el día del Ragnarök Loki permanecerá encadenado, pero cuando llegue el destino de los dioses se liberará para sembrar el mal y el caos. Valga de apunte que de Balder se sabe realmente poco y, sin embargo, es uno de los ejes centrales de la mitología nórdica y del Ragnarök. La muerte de Balder, a diferencia de algunas otras, sí supone una acción realmente malvada y lo vuelve a convertir en el enemigo de los ases, como al principio. El castigo debía ser un suplicio bastante conocido porque aparece en representaciones de distintos sitios incluso en el norte de Inglaterra.
En la mitología nórdica, cuando los dioses supieron lo que había hecho Loki, comenzaron a buscarlo. Este se había escondido en una montaña, en una casa que había construido con cuatro puertas para poder ver en todas las direcciones. Durante el día se transformaba en salmón y e resguardaba de los dioses en las cascadas de Fránangr. Paras que no pudiesen atraparlo tejió una red de pescar de lino, pero cuando vio que los dioses se aceraban a él la quemó y se arrojó al río. Cuando los dioses llegaron al lugar vieron las cenizas de la red y comenzaron a tejer ellos mismos una para perseguirlo. Tras varios rifirrafes Thor finalmente lo atrapó.
También atraparon a los dos hijos que había tenido con la diosa Sigyn, llamados Narfi y Váli. Los dioses transformaron a Váli en un lobo que se volvió contra su hermano y lo mató. Luego usaron las vísceras de Narfi para atar a Loki a tres bloques de piedra, convirtieron las ataduras en hierro y Skaði colocó una víbora sobre su cabeza de modo que el veneno de esta goteara sobre su cara. Sigyn se sentó junto a él y recogía el veneno de la serpiente en un cuenco de madera, pero cuando se llenaba debía arrojar el veneno, y en esos momentos el veneno caía sobre el rostro de Loki. El dolor era tan terrible que se retorcía provocando temblores de tierra.
Imagen de la serie – el castigo de Loki
¿Y qué tiene que ver esto con Floki? Para empezar, existe una clara relación Ragnar/Odín y Floki/Loki. Ragnar deja claro en muchas ocasiones durante la serie que se cree descendiente de Odín. En este caso, Balder sería claramente Athelstan. Ragnar acoge a Athelstan aunque sea una nota discordante en su sociedad y aunque no sea especialmente querido por muchos de sus hombres y mujeres (como pasa con Loki entre los aesir). Finalmente, Floki asesina a Athelstan, causándole gran impacto a Ragnar. Igual que Odín quedó impactado con la muerte de su favorito.
Floki es apresado por Björn pero huye y se esconde en la montaña, en el río, hasta que es capturado. Como Loki convertido en salmón, capturado en el río. Además, y esto sí es una referencia que seguro que muchos y muchas habéis visto clarísima, el castigo de Floki es ser encadenado en una cueva a una roca mientras le cae agua a la cara. Y en este caso es Helga quien sujeta el cuenco que recoge el líquido.
Existe también otra similitud, aunque esta un tanto modificada: Loki se juntó con la giganta Angrboda para dar a luz a sus hijos malignos. En este caso Floki junto a Helga tuvo una hija, llamada Angrboda.
Loki como el trickster
El significado de Loki y de todo lo que le rodea es desconocido y probablemente responde a designaciones antiquísimas de series que se han perdido. ¿Tal vez responde a una mitología anterior a la conservada en las fuentes? ¿Algo que ver con las divinidades que aparecen en gravados de los primeros tiempos de la Edad del Hierro? ¿Qué son estos personajes?
Loki representado atado de pies y manos en la piedra de Kirby, siglo IX – anglosajona.
Parte de la comunidad académica ve a Loki como una divinidad paleolítica: el trickstero el enredador. Es el peligro interno de caos que existe en la sociedad; para que las coses avancen debe haber equilibrio entre el caos y el orden, y es tan peligroso un extremo como el toro, por lo que la vida debe mantenerse en una estabilidad precaria. Estos personajes prehistóricos aparecen en numerosas religiones y mitologías, desde la saami/lapona hasta la de los nativos noerteamericanos y son simpáticos, inteligentes, pero también malintencionados y peligrosos. No es un personaje que exista en Escandinavia, pero recordemos que la religión nórdica y su mitología, derivada o parte de la germánica, recibió enorme influencia (y personajes) de toda la zona de Laponia y Finlandia, por ejemplo. ¿No os recuerda a la personalidad volátil de Floki en la serie esta explicación?
Seguro que hay otras relaciones que yo no he visto todavía, pero si las veis vosotros me las podéis indicar que me encantará leeros.
Bibliografía
BERNÁRDEZ, Enrique. Los mitos germánicos. Ed. Alianza Ensayo, Madrid, 2002.
Los que lleváis tiempo leyendo mis análisis históricos sobre la serie Vikingos ya sabéis de sobra que es una serie en la que lo histórico y real se mezcla con la invención. Uno de los recursos que utiliza de forma habitual la trama de la serie es el de juntar en el mismo espacio y tiempo personajes reales que, no obstante, no coincidieron en ese tiempo o en ese espacio. El caso más conocido es el de Ragnar Lodbrok y Rollo que, si bien ambos fueron personajes históricos (podéis leer sobre ellos aquí), jamás interactuaron.
Lo mismo pasa con Halfdan y Harald. En la serie aparecen como dos ambiciosos hermanos y, sin embargo, en la realidad histórica fueron padre e hijo.
Halfdan el Negro
Imagen de la Saga de Halfdan Svarte de Gerhard Munthe para la edición Heimskringla de 1899
Su nombre en nórdico antiguo era Halfdanr Svarti y las fechas de su vida no están demasiado claras. Se barajan como fechas de nacimiento los años 810, 830 u 823 y como fechas de fallecimiento los años 860, 863 y 870. Lo que sí parece claro es que fue un caudillo vikingo, un importante jarl, perteneciente a la casa de los Ynglingos que gobernó como rey la región de Vestfold, en Noruega. Debemos tener aquí muy presente que en esta época y en este momento Escandinavia no tiene las fronteras ni las nociones nacionales que manejamos hoy en día. Dinamarca, Noruega o Suecia eran entes geográficos más que políticos y las regiones y fronteras eran difusas, así como sus líderes. Encontramos en esta época, y anteriores a esta también, multitud de personajes semilegendarios complicados de ubicar en el tiempo (como este propio Halfdan) que se hacen llamar «reyes», pero eran más bien reyezuelos, líderes que gobernaban de forma más o menos electa (jamás de forma divina) sobre grupos de gentes y zonas más o menos reducidas. Los reyes como tal, aglutinadores de territorios, gentes e identidades políticas y nacionales aparecerán más tarde en Escandinavia, con la cristianización y los contactos con la Europa continental. Como es un tema largo e interesante, si queréis leer más sobre los reyes vikingos podéis hacerlo en este enlace (pinchando aquí) y así continuamos con la historia de estos personajes.
Como decíamos más arriba, Halfdan fue el rey de una parte de Noruega que se conoce como Vestfold y su apodo «svarti», el negro, hacía referencia al color de sus cabellos. Los vikingos usaban sobrenombres que muchas veces tenían que ver con aspectos físicos del que los recibía.
Las fuentes que nos hablan de él son Heimskringla, Círculo del mundo o Crónica de los reyes nórdicos —un conjunto de sagas recopiladas por Snorri Sturluson en Islandia hacia el año 1225 que narran alrededor de 400 años de historia y las vidas de los reyes de Noruega— y Fragrskinna, pergamino justo —una de las conocidas como Sagas reales escrita en torno al año 1200 que es una de las fuentes principales de Heimskringla—. Estas fuentes nos cuentan que Halfdan era hijo de Gudrød el Cazador (c. 754-821) —un rey vikingo de Vestfold de la cada de los Ynglingos entre los años 804 y 810)— y de Åsa Haralsdottir de Agder (n. 794 -¿?) —una reina vikinga semilegendaria que gobernó sobre un pequeño reino llamando Adger, en nórdico antiguo Agđir y Egđafylki, actual región de Sørlandet—.
El padre de Halfdan murió cuando él era muy joven y su madre se lo llevó a su tierra natal. A los dieciocho años, Halfdan se convirtió en rey de Adger y, poco a poco, fue aglutinando territorios bajo su mando mediante negociaciones diplomáticas y batallas ganadas.
Halfdan se casó con Ranghild Sigursdatter, una princesa noruega hija de Sigur Hart —otro reyezuelo vikingo noruego, este de Ringerike— con la que tuvo a su hijo Harald, primer rey de Noruega. Antes de eso se había casado con otra princesa noruega llamada también Ranhild, hija de Harald Gulskeg de Sogn, con la que también había tenido un hijo llamado Harald. Sin embargo, este niño —que había sido nombrado heredero por su abuelo (también Harald)— murió muy pequeño. Al enterarse y como el abuelo había muerto también, Harald viajó hasta Sogn y reclamó el trono, que añadió al resto de sus posesiones. Hay muchas versiones de estos matrimonios y los personajes de estas historias en las Sagas, no obstante al final todas coinciden en que Halfdan tuvo un hijo llamado Harald con una mujer llamada Ranghild y que fue el primer rey de Noruega.
Su muerte llegó, según las fuentes medievales, cuando se cayó al lago Randsfjorden y se ahogó. Viajan en trineo y al pasar por encima del hielo este se rompió. Fue enterrado en Ringerike, en un fastuoso montículo funerario, como era habitual para las personas de alto estatus, poder y riqueza. La leyenda cuenta que era tan querido que en todos su territorios deseaban enterrarlo, por lo que al final sus despojos fueron separados y enterrados en varias partes, para que cada uno de sus territorios pudiese tener un cementerio real y por eso hay cuatro lugares en Noruega que se llaman igual: Halvdanshaugen (haugr = montículo). La cabeza habría ido a parar a Ringerike.
Harald Cabellera Hermosa
El Rey Harald I y su padre, Halfdan el Negro.
Harald I de Noruega (c. 850-932/933) —en nórdico antiguo Haraldr Halfddanarson o Haraldr Hárfagri— fue rey de Noruega desde el año 872 y hasta el 930. Como hemos visto, era hijo de Halfdan el Negro y su esposa Ranghild Sigursdatter.
Se le considera el primer rey de Noruega porque consiguió aglutinar y unificar bajo su mando distintos territorios independientes y rivales hasta la fecha y, además, su dominio traspasó fronteras hasta Escocia, las islas Hébridas, Orcadas y Shetland. Por su ‘culpa’, se dice, muchos noruegos emigraron y propiciaron el asentamiento de los vikingos en Islandia.
En el año 860 Harald sucedió a su padre en el trono y comenzó una serie de conquistas que añadió a los territorios que había heredado: desde el sureste de la actual Noruega hasta la provincia sueca de Värmaland. En el año 872 derrotó a sus enemigos en la batalla de Hafrsfjord, hecho que supuso el inicio de la unificación de Noruega occidental. Esta batalla tuvo lugar cerca de Stavanger y solo sabemos de ella gracias a las Sagas islandesas, por lo que la información de la que disponemos debe ser leída con cuidado aunque en los aspectos principales parece que se puede estar de acuerdo. Se enfrentaron en el mar el bando de pequeños reinos vikingos en coalición (Hordaland, Rogaland, Adger y Telemark) contra el bando de Harald I de Noruega, quien controlaba grandes extensiones de territorio noruego en el sureste del actual país antes de la batalla. Otras fuentes, sin embargo, indican que estos mismos territorios estaban entonces en manos de un rey danés. Sea como fuere, la victoria de Harald subyugó a sus enemigos y, por primera vez, un solo gobernante aglutinaba territorios que jamás habían permanecido unidos antes. No es que Noruega se unificase completamente tras la batalla, eso fue un proceso mucho más largo y costoso, pero sí se considera el primer paso hacia ello y, por ende, Harald se considera el primer monarca noruego como tal. La fecha exacta de la batalla es desconocida, el año 872 fue una fecha escogida e inventada por la historiografía del silo XIX, pero parece probable que esta sucediese entre más o menos ese año y el 900.
Muchos vikingos noruegos comenzaron a ver cómo sus formas de gobierno asamblearias y hasta cierto punto independientes se iban sustituyendo por un poder cada vez más central y más autoritario, a imagen y semejanza de los gobiernos que ya imperaban en la Europa continental desde hacía algún que otro siglo. Estos vikingos, que querían conservar sus formas de gobierno, su independencia y sus tradiciones decidieron emprender un viaje hacia nuevas tierras en las que asentarse y así llegaron a la inhóspita Islandia, donde mantuvieron un poder asambleario.
Pese a que durante los siglos XIX y XX se dieron por buenos los argumentos y las historias que aparecían en las Sagas sobre este personaje, a partir de los años 70 del siglo XX historiadores como Peter Sawyer comenzaron a poner en duda su veracidad histórica. Más allá de las Sagas (que son posteriores como ya sabéis a la Era Vikinga), su figura es difusa. En la fuentes contemporáneas el primer rey de Noruega mencionado es Haraldr Gormsson (c. 985/986), de quien se dice que es el rey no solo de Dinamarca sino también de Noruega, como aparece recogido en las piedras de Jelling. En los textos de Adán de Bremen hacia el año 1075 tampoco mencionan a Harald.
Para algunos autores la figura de Harals, tal vez en buena parte inventada, puede responder a la necesidad de crear una leyenda que explique los motivos de asentamiento de los vikingos en Islandia, utilizando un nombre de lo más común en aquel momento y creando la figura de un rey ficticio para toda Noruega. Otros creen que esta historia reforzaba la idea de la sucesión hereditaria de la corona, que no era típico hasta entonces en el mundo escandinavo.
Independientemente de si su figura fue real o no, ¿a qué se debió su apodo? Pues, cuentan las fuentes, que a una promesa de amor hacia Gyða Eiriksdottir una legendaria reina consorte de la Noruega de finales del siglo IX, hija del rey de Hordaland – una de las regiones históricas de Noruega – Eiríkr Konungr á Hörðalandi. Según las Sagas, fue la primera reina de una Noruega unificada al casarse con Harald y esta unificación de Noruega pasa por una leyenda romántica; Harald era rey de una pequeña región de Noruega llamada Vestfold – igual que el padre de Gyða lo era de Hordaland – y envió a sus emisarios para pedir su mano. Parece ser que Gyða habría rechazado tal proposición debido a la falta de poder que Harald tenía sobre el conjunto de regiones noruegas, pero lejos de darse por vencido, Harald siguió insistiendo y juró no cortarse la melena hasta convertirse en rey de toda Noruega, cosa que pasó diez años después, momento en el que Gyða aceptó su propuesta de matrimonio terminando de unir los territorios de su padre a los de su esposo. Fue entonces cuando se cortó el cabello, en la localidad de Averǿy, donde el jarl Rongvald Eysteinsson lo apodó el de la hermosa cabellera. Y esta misma historia, con sus variaciones, podemos oírla de su propia boca en la cuarta temporada de la serie, cuando él explica por qué quiere ser rey de Noruega y por qué desea vencer a Ragnar.
El final de su vida estuvo marcado por numerosas disputas tanto con sus enemigos como con sus propios hijos, que querían repartirse el reino de su padre o heredar su poder. Y no es de extrañar, pues según las fuentes que consultemos la vida amorosa de Harald y su descendencia fueron de lo más prolífica. Tanto en cantidad como por la posición que llegaron a alcanzar estos hijos, muchos de ellos convertidos en reyes (aunque muchos reyes menores). Dos de ellos le sucedieron directamente en el trono: Eric Hacha Sangrienta, Eírik Haraldsson, y Haakon el Bueno, Hákon góđi, uno de los rimeros reyes noruegos en introducir el cristianismo.
Hijos con Åsa Håkonsdatter, hija de Håkon Grjotgardsson, jarl de Lade:
Guttorm Haraldsson, rey de Ranrike
Halfdan Haraldsson el Blanco, rey de Trondheim
Halfdan Haraldsson el Negro, rey de Trondheim
Sigrød Haraldsson, rey de Trondheim
Hijos con Gyda Eiriksdottir de Hordaland:
Ålov (Årbot) Haraldsdotter
Rørek Haraldsson
Sigtrygg Haraldsson
Frode Haraldsson
Torgils Haraldsson
Hijos con Ragnhild Eriksdatter de Jutlandia:
Erico Hacha Sangrienta, rey de Noruega. Erik fue padre de Harald II.
Hijos con Svanhild Eysteinsdatter, hija del jarl Eysteinn:
Bjørn Farmann, rey de Vestfold. Fue padre de Gudrød Bjørnsson y por lo tanto el bisabuelo del rey Olaf II de Noruega “el Santo”.
Olaf Haraldsson Geirstadalf, rey de Vingulmark, después también de Vestfold. Su nieto sería el rey Olaf I de Noruega.
Ragnar Rykkel, rey de Hedmark
Hijos con Ashild Ringsdatter, hija de Ring Dagsson de Ringerike:
Ring Haraldsson
Dag Haraldsson
Gudrød Skirja
Ingegerd Haraldsdatter
Hijos con Snefrid Svassesdatter, hija de Svåse el Finlandés:
Halvdan Hålegg
Gudrød Ljome
Sigurd Rise
Ragnvald Rettilbeine
Hijos con Tora Mosterstong, su sirvienta:
Ulfljotr Haraldsson
Haakon el Bueno, rey de Noruega.
BIBLIOGRAFÍA
La bibliografía que he utilizado para este apartado es enormemente extensa, ya que he ido utilizando todo aquello que llevo investigado hasta la fecha. Por ende, mencionarla entera sería demasiado largo por lo que, si estáis interesados en algún punto en concreto de todo lo que he dicho, decídmelo y os daré las referencias bibliográficas exactas.
¡Nueva recomendación literaria! Hace unas semanas la editorial Edaf me envió este libro que han publicado hace poco. Aprovecho para aclarar aquí que estas publicaciones que hago de libros que me mandan las editoriales no son patrocinadas, no cobro por ello y, por tanto, no hago publicidad. Ellos me mandan los libros y yo, si me gustan y me parecen atractivos o que pueden aportar algo a mi proyecto, los comparto con vosotros y vosotras.
Dicho lo cual, vamos al lío. Es un libro muy interesante porque presenta los mitos de una forma distinta. No estamos ante la lectura de los mitos tal y como aparecen en las Eddas (mayor y menor), que tal vez si es la primera vez que queremos acercarnos al tema resulta su lectura un poco árida por el tipo de literatura que es, y tampoco estamos ante una narración novelada de los mitos que, si bien puede llegar a ser sumamente rigurosa y sugestiva, puede que no sea lo que el lector busca.
Lo que aquí encontramos son los mitos narrados de forma sencilla y, además explicados y puestos en contexto, algo que para mí le da un valor añadido porque si no, especialmente si es la primera vez que nos adentramos en este mundo, puede que nos perdamos un poco. En la primera parte se nos habla de los mitos y podemos encontrar desde el origen del mundo pasando por la explicación de las diosas y los dioses vanes, los ases, historias como el rapto de las manzanas de Idún, la profecía de la vidente o el Ragnarok.
En la segunda parte del libro se abordan las leyendas y se habla de la Saga de los Volsungos, la de los Ynglinga o los viajes a Vinlandia.
Ahora que se acercan las navidades, este es un gran regalo para los amantes de los vikingos y su mitología.
Ficha técnica
Título: Mitos y leyendas nórdicos. Relatos vikingos de dioses y héroes
La mitología nórdica ha despertado un interés cada vez más amplio y creciente, aunque solo sea por su importancia para la historia de los vikingos. Desde la famosa Tierra Media de las obras de J.R.R Tolkien, a los conocidos superhéroes de Hollywood, muchas de sus recreaciones y reinterpretaciones modernas tienen una gran deuda con las narraciones antiguas.
En este libro, los principales mitos y leyendas nórdicas son reelaborados y puestos en contexto para lectores actuales. Cada una de las historias se libera de su trasfondo de narrativa medieval —principalmente islandesa— para poder leerse por sí mismas y ver con claridad qué lugar ocupan dentro de la cosmovisión vikinga. Además, se acompañan de comentarios que ayudan a explicar no solo lo que ocurre en cada historia, sino también su significado.
Martyn y Hannah Whittock nos guían de manera experta por ese recorrido a través de los mitos y leyendas. Historias religiosas que tratan de explicar los orígenes y la naturaleza del mundo espiritual o hechos históricos, protagonizadas por personajes reales, pero que se narran en forma novelada, a menudo mediante sucesos sobrenaturales. Así, ambos autores consiguen profundizar de modo brillante en la mentalidad de la Era Vikinga de la Alta Edad Media.
Autores
Martin Whittock ha sido profesor de Historia en enseñanza secundaria durante treinta y cinco años. Es un erudito en historia local y ha escrito numerosos libros de texto de carácter educativo. También es autor de obras para el público adulto, incluyendo algunas sobre historia vikinga y anglosajona. Ha sido asesor de la BBC, la English Heritage y el National Trust, y ha realizado artículos para la revista Medieval History, así como para publicaciones sobre arqueología.
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Hannah Whittock posee un master de la universidad de Cambridge en estudios anglosajones, nórdicos y célticos. Ha coescrito tres libros sobre la historia de los vikingos y los anglosajones, así como artículos sobre las fronteras anglosajonas y la numismática de las guerras vikingas. Sabe leer tanto inglés antiguo como nórdico antiguo.
Otros libros de Martyn Whittock y Hannah Whittock: 1016 and 1066: Why the Vikings Caused the Norman Conquest; The Anglo-Saxon Avon Valley Frontier: A River of Two Halves; The Viking Blitzkrieg: AD 789–1098.
Gracias a un juguete de madera hallado en una excavación en un yacmiento de la Edad del Hierro en el centro de Noruega podemos imaginarnos a un niño vikingo jugando a las batallas con una réplica tallada de un barco de madera.
El objeto se encontró enterrado en un pozo seco en una pequeña granja del pueblo de Ørland y se trata de un barco similar a los que usaron los vikingos, con la proa y la popa elevadas y un agujero en el centro en el que debió estar el mástil de la vela.
La Era Vikinga, fechada entre el 800 y el 1066 aproximadamente, marcó una época en la que los marineros y los exploradores escandinavos viajaron por las regiones costeras de Europa hasta lugares tan lejanos como Bagdad. Sus distintivos barcos de vela eran conocidos al parecer incluso por los agricultores del interior que esculpieron réplicas de sus botes para niños o niñas.
Según Ulf Fransson, jefe de campo de la excavación y paleólogo del Museo de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega (NTNU), este barco nos revela aspectos sobre la gente que vivía en la granja, como que había niños en ella y que estos tenían tiempo para jugar y no solo trabajar ayudando en la granja. Más aún, que los propios adultos disponían de tiempo para tallar estos objetos para los niños y las niñas.
Juguetes de madera y zapatos de cuero
En el mismo pozo y en otros cercanos se han hallado también piezas de cuero procedentes de zapatos fechadas entorno a los años 1015-1028 y que muestran signos de haber sido reparados.
Según Ingrid Ystgaard, arqueóloga en el Museo de la Universidad NTNU y gerente de proyectos de la excavación, se han encontrado en la misma zona siete granjas y astilleros de al menos 1500 años de antigüedad que los arqueólogos están tratando de conectar para averiguar qué pueden revelar sobre la vida en época vikinga estas agrupaciones de granjas y su evolución.
Este barco de juguete se ha encontrado en una granja de interior, lejos de la costa y de cualquier ruta comercial o área urbana y no parece ser, según los descubrimientos, una granja de las más prósperas de la región según Ystgaard.
Un juguete bien conservado
Este frágil barco de madera ha llegado hasta hoy tan bien conservado probablemente debido al alto nivel freático en el pozo donde se encontró. Según los especialistas en un lugar más seco lo más probable es que se hubiese descompuesto.
Este tipo de hallazgos arqueológicos refuerzan cada vez más la idea de que los vikingos no eran, o no solo eran, saqueadores y asaltantes de pueblos.
Un estudio publicado en diciembre de 2014 en la revista Transacciones filosóficas de la Royal Society B sugería que los vikingos emprendían viajes por mar para establecer colonias y rutas comerciales y que las mujeres también navegaban en los barcos vikingos. Tal vez esa idea resonó en una joven campesina noruega que jugaba en la tundra hace 1000 años, mientras manejaba su barco de juguete vikingo y soñaba con navegar en mar abierto.
Subo esta entrada porque muchos y muchas me habéis preguntado sobre el reciente hallazgo en Birka de la tumba de una guerrera vikinga. En realidad, más que un descubrimiento, ha sido un redescrubrimiento (porque fue hallada en el siglo XIX) y ahora sabemos que no era un hombre, era una mujer. No voy a comentar la noticia en sí, que es magnífica, sino que os voy a dar mi opinión sobre por qué ha pasado todo esto. Es un artículo un poco largo, lo sé, pero creo que vale la pena perder los minutillos que cuesta leerlo.
La historia no siempre ha sido una ciencia aséptica y objetiva. Debería serlo, cada vez lo es más, pero a lo largo de los siglos en los que se ha construido esta disciplina ha imperado en muchos casos un discurso cargado de prejuicios y de subjetividad.
Unos prejuicios y una subjetividad que venían dados por el contexto de la época, por los valores, las ideas y las concepciones de una época, el siglo XIX, tremendamente misógina. Una época en la que la mujer estaba totalmente apartada de la vida social y pública, recluida en la vida privada, y a merced de unas convenciones muy rígidas que debía seguir.
La Prehistoria es el ejemplo más claro de ello. En esta disciplina científica la mujer apenas ha aparecido mencionada más que como procreadora, madre y cuidadora. La caza ha sido siempre considerada una tarea masculina; el arte rupestre, también; la industria lítica, también. Sin embargo, la arqueología, la antropología y otras muchas disciplinas en sus estudios actuales comienzan a mostrarnos que eso no fue del todo así y que el papel de la mujer, considerado menor y devaluado, era de una importancia tremenda y que esa denostación es producto de una sociedad androcentrista que siempre vio las tareas consideradas masculinas como más importantes y necesarias. Además, las nuevas investigaciones también sitúan a la mujer prehistórica en una esfera mucho más amplia que la de mero receptáculo reproductor y proporcionadora de cuidado.
Por ejemplo, si leemos el libro La mujer en el origen del hombre de María Ángeles Querol y Consuelo Triviño, un libro que analiza lo que se escribió en España durante el siglo XIX y XX al hablar de la evolución humana, veremos que de lo que se habla es de la evolución del hombre. Porque en todos (o casi todos esos textos: ensayos, libros de texto, panfletos, artículos…) hablaban del hombre. Varón. No de las mujeres, que aparecían de vez en cuando de forma diferenciada.
Primero fue el discurso creacionista, que siempre hablaba de hombres, no de mujeres. Si acaso aparecía Eva, de una costilla, y se tejía el discurso de la superioridad de Adán y, por ende, de los hombres. A finales del siglo XIX la cosa comenzó a cambiar, llegó Darwin (y sus antecesores) y apareció la teoría del Evolucionismo. No os creáis que en España no nos costó pasar por el aro. Durante casi toda la Dictadura y buena parte de los años 70 muchísimos libros (¡de texto!) planteaban la evolución en términos creacionistas. Y así se educó buena parte de nuestra sociedad.
Total, que llegó el Evolucionismo y podríamos haber aprovechado para construir un discurso más moderno, más real, más científico y más inclusivo, pero no fue así. Para las mujeres la cosa no cambió: primero en nombre de Dios, y después en nombre de la Ciencia, la mujer era inferior y apenas valía la pena hablar de ella. Salvo que hiciese falta puntualizar que era notablemente inferior al hombre por cuestiones científicas y, por tanto, incontestables: que si las mujeres tenían el cerebro más pequeño y eran más tontas, que si nuestra naturaleza era débil, abnegada, bondadosa, histérica, charlatana y no podíamos gobernar, que si no valía la pena ni educarnos porque, total, con esa birria de capacidad craneal a saber si nos enterábamos de algo. Así que, de nuevo, primero en nombre de Dios y después de la Ciencia, la mujer mejor en casa, pariendo, criando y cuidando.
Este discurso Evolucionista, además, nos trajo consigo toda la construcción científica y antropológica de la Prehistoria. Y se centró, por supuesto, en el hombre. Como también cuenta el libro La mujer de los orígenes de Claudine Cohen detrás de cada invento prehistórico, estaba el hombre; detrás de cada hallazgo (herramientas o industria lítica, pinturas rupestres…), estaba el hombre. En todos los dibujos de manuales y libros de Prehistoria, el hombre hacía cosas «importantes» y la mujer estaba ahí, cosiendo algo y cogiendo alguna frutilla, con el niño a cuestas. Cuando no la mítica imagen de la mujer cogida por los pelos y arrastrada por el suelo por el hombre. Se generó un relato que imaginaba, sin prueba alguna, que las mujeres estaban en las cuevas pariendo y cuidando de niños y niñas y apenas participaban en nada «importante» o «productivo». Importante o productivo desde su óptica misógina y androcéntrica, claro.
Así, la mujer a lo largo no solo de la Prehistoria, sino de la Historia en sí, ha sido invisibilizada, apartada, denostada y ninguneada. Empezamos a hacer ciencia en el XIX desde una óptica absolutamente misógina, androcentrista y patriarcal que siempre situó a las mujeres fuera del plano histórico. Que miró al pasado desde los ojos de su presente machista en el que las mujeres no valían nada y lo trasladó a ese discurso histórico. Así, haciendo pseudociencia (porque su discurso estaba cargado de prejuicios personales y moralina cero científica, porque muchos usaban la ciencia para asentar su pensamiento y no para construirlo) se generaron discurso de roles de sexo, de repartición de trabajos para todas las épocas en los que los trabajos de los hombres eran los importantes (como la caza o la guerra) y los de las mujeres, secundarios. Y eso valía para aseverar que los hombres eran más importantes que las mujeres y merecían más derechos que ellas. Más espacio público. Más atención. Más posibilidad y oportunidades.
Se conceptualizó la Prehistoria y la historia desde una óptica social, cultural y familiar moderna y las mujeres del pasado sufrieron el mismo trato que estaban sufriendo aquellas contemporáneas a los hombres que construían aquellos discursos.
Si saltamos en el tiempo y dejamos de lado la Prehistoria, esta forma de construir historia dejando a las mujeres de lado y en posiciones de inferioridad e infravaloración impregna casi todas las épocas. Por ejemplo, tal y como nos cuenta Silvia Federici en su libro Calibán y la bruja en la Edad Media, contra todo lo que se cree (el medievo no ese ese periodo de tiempo oscuro y terrible en el que no sabíamos hacer la O con un canuto después de los fuckin’ glorious romanos), las mujeres eran mucho más libres que en el siglo XVIII o XIX (cuando se empieza a construir el relato científico de la historia, esto es importante). Que las mujeres medievales participaban de la vida y la economía diaria en el campo y en la ciudad y que eran una parte activa en todas las actividades sociales y comerciales. Federici apunta cómo con el fin del feudalismo y la implantación del capitalismo no solo la clase obrera perdió poder social y adquisitivo, sino que las que más lo sufrieron fueron las mujeres: por parte de los de arriba y por parte de sus congéneres de clase.
El libro indaga en cómo la caza de brujas en los siglos XVI y XVII (se dio mucho más en la Edad Moderna que en la Edad Media aunque la mayoría de la gente asocie las brujas a lo medieval), fue mucho más de lo que nos han contado, y la emplaza en el contexto de misoginia y violencia contra las mujeres que se merece: cómo gracias a la caza de brujas las mujeres fueron perdiendo su posición social, fueron apartadas de espacios que les habían pertenecido como médicas, parteras, curanderas, etc., y fueron despojadas del control de sus cuerpos al demonizar a aquellas que controlaban la natalidad y conocían los cuerpos femeninos para tener poder sobre ellos. La caza de brujas sustrajo a las mujeres el único bien propio que les quedaba, sus cuerpos y su reproducción, para beneficio de los hombres y de los Estados.
Así que, después de esta no tan breve introducción (pero que he considerado necesaria porque me sirve para explicaros ahora otras cosas), ¿qué ha pasado con esa tumba de un gran guerrero que al final ha resultado ser de una mujer? Pues ha pasado lo que os explicaba arriba: que la guerra siempre ha sido la tarea más valorada de la historia y, como tal, siempre se ha asignado a los hombres. Y esta tumba se encontró a finales del siglo XIX y pasó lo que debió pasar otras tantas veces, que sin poder saber de forma científica y segura si aquello que se había encontrado era un hombre o una mujer, se hizo el siguiente planteamiento:
En una tumba se encuentran armas –> Las armas implican guerra –> La guerra es cosa de hombres –> Luego la tumba es de un hombre.
Podría parecer un ejercicio de lógica simple, y es que lo es, y precisamente por esa simpleza puede que nos hayamos estado equivocando muchas veces. Y no me refiero con los vikingos, sino en toda nuestra construcción histórica en general. En un momento en el que no se podía saber de ninguna forma (ni análisis de ADN, ni alguna parte del esqueleto que nos indicase si ese cuerpo era femenino o masculino, como la cadera) la mayoría de las acciones consideradas importantes se han asociado al género masculino. Y puede funcionar en muchos casos, pero a veces hay sorpresas. Como esta. Y como seguro otras muchas vendrán en otros muchos contextos y otras muchas sociedades.
Ahora bien, hay que ser cautos a la hora de interpretar estos hallazgos y no volvernos locos (como aquél famoso artículo de «la mitad de los guerreros vikingos eran mujeres», que no decía eso ni por asomo). No podemos decir todavía en el contexto de los vikingos y las vikingas, porque la arqueología no nos dice eso (y lo que sabemos sobre ellos y ellas en general tampoco lo apunta demasiado), que la norma entre las mujeres nórdicas de la Edad del Hierro fuese la de guerreras. Tenemos muy pocos hallazgos (uno o dos) de mujeres que podamos considerar guerreras. Y si la arqueología no nos dice eso, las fuentes literarias no van mucho más allá. Aparecen más mujeres guerreras, pero en un contexto entre legendario y mitológico, mezclado con un poso importante de la moralina cristiana de aquellos que escribieron las Sagas y las Eddas. ¿Qué quiere decir esto? Que por ejemplo en la Gesta Danorum de Saxo Gramático el papel de las skjaldmo se usa como pretexto para dejar bien claro que esas mujeres haciendo esas cosas no eran señoras de bien. Ya sabéis, el cristianismo y sus cositas. También tenemos que dejar de idealizar a la sociedad vikinga como una sociedad dedicada a la guerra 7 días a la semana 365 al año, porque no fue así ni mucho menos. Tampoco ayudan series como Vikings de History Channel, donde su creador ya ha explicado que ha puesto a tantas mujeres porque es atractivo de ver. Y lo es, ciertamente. Y es una serie, no un ensayo histórico, así que bienvenidas sean las Lagerthas y todas sus escuderas. Pero debemos tener en cuenta que si la mayoría de los hombres no fueron guerreros, entre las mujeres, que seguro que las hubo, todo sigue apuntando a que fueron pocas las que debieron luchar de forma profesional. Como las meigas, haberlas haylas, pero hay que ser cautos y realistas.
Pero, y con esto acabo, no me cansaré de decir que eso no es un problema. Que no fuesen todas Lagertha, o muchísimas de ellas, no es un problema. No me cansaré de defender el enorme papel de las mujeres vikingas, eso no las hace menos importantes. Hay que disociar la imagen, de una vez por todas, de que hay roles más importantes que otros y que los importantes son los masculinos y que las mujeres que consideramos importantes son las que desempeñan esos roles masculinos. Es un ejercicio muy peligroso el de pensar así porque conlleva la infravaloración de las mujeres y su elevación de consideración al acceder a la esfera masculina.
Recordad que la importancia de las mujeres en la historia, ya no solo de las mujeres vikingas, sino de todas ellas, no recae en que hiciesen o representasen roles que consideramos más importantes, las mujeres son importantes en la historia por absolutamente todo lo que hicieron y, por muy simple que con nuestra perspectiva actual y ciertamente androcentrista pueda parecernos, su papel y su contribución en cada época y en cada acontecimiento fue imprescindible.
¿Cuál es la conclusión de todo esto? Pues que hay que empezar a mirar la historia (ya hacerla) de otra forma. Por una parte, debemos empezar a asumir que la historia cambia y probablemente llegarán muchos hallazgos que demostrarán que las mujeres tuvieron más papeles y ocuparon más esferas que las que tradicionalmente se les ha asignado desde la historiografía oficial (véase el hallazgo de lapislázuli en la dentadura de una mujer que nos indica que no solo los hombres ilustraban los manuscritos iluminados, cuando siempre he había creído que solo lo hacían hombres). Por otra parte, y sobre todo, debemos poner en valor y situar donde se merece el papel que jugaron las mujeres a lo largo de toda la historia y dejar de considerar ciertas tareas inferiores. Y, por último, interpretar bien los hallazgos arqueológicos y los resultados de las investigaciones, especialmente desde medios de comunicación que entienden lo que quieren y luego divulgan lo que les parece conveniente para su número de visitas diario.
Navegando por la web del Museo de Historia de Suecia (Historiska) buscando unas cosillas me encontré con este test tan gracioso en su página. Os lo dejo, a ver qué diosa o dios nórdico os sale que sois, que además las ilustraciones son preciosas. Para ir al test solo tenéis que pinchar aquí.
Parece que últimamente la tecnología nos da gratas sorpresas y, en esta ocasión, de nuevo es un barco vikingo enterrado y, de nuevo, en Noruega.
Un grupo de científicos y arqueólogos han detectado mediante radar una forma similar a la de un barco en el Parque Nacional de Borre (Vestfold, al sureste de la región de Oslo). Curiosamente (bueno, o no, la gracia está ahí) Borre además de un parque nacional preciosos que pude visitar a finales de 2017 es un cementerio vikingo cuyos montículos funerarios se pueden apreciar sin ningún tipo de esfuerzo. Pasea entre ellos es hacer un viaje en el tiempo hasta la época de los hombres y las mujeres del norte que conformaron la sociedad vikinga.
En noruego se conoce como Borrehaugene(del nórdico antiguo borró más haugr, que significa montículo) y se componía (que algunos han sido destruidos en tiempos más o menos recientes) de 7 montículos funerarios un un cairn, que es distinto a un montículo por su forma cónica.
Foto: Fredrik Hansen / NRK
El yacimiento se ha excavado en varias ocasiones desde mediados del siglo XIX hasta finales de los años 90 del siglo XX, no siempre de las mejores formas y ocasionando serios destrozos (como parte del contenido de lo que podía haber sido un barco vikingo) aunque los hallazgos se pueden visitar en el Museo de los barcos vikingos de Oslo.
Pero volviendo a este descubrimiento, los arqueólogos no han escogido Borre como lugar donde llevar a cabo investigaciones al azar, como os podréis imaginar con estos antecedentes que os acabo de explicar. En la zona de Vestfold se han hallado ya una serie de tesoros vikingos y tres entierros con barcos funerarios, los de Oseberg, Gokstad y Klåstad, las tres maravillas que se pueden visitar en el Museo de los Barcos Vikingos. Si queréis leer un poco sobre el barco de Oseberg podéis hacerlo aquí y aquí, en sendas entradas del blog.
Imagen de la excavación del barco funerario de Oseberg, en el siglo XIX. https://es.wikipedia.org
Obviamente, este es solo el primer paso de la investigación y habrá que continuar para saber cosas como su tamaño, su estado conservación o su datación. Porque no hay duda, los análisis con GPR (radar de penetración del suelo) muestran claramente la forma de un barco y una leve depresión alrededor de este, lo que podía indicar la existencia previa de un montículo que en algún momento despareció. Recordemos que los expolios a lo largo de los siglos han estado a la orden del día y no solo eso, el uso de esas zonas como campos de pasto y cultivo ha llegado casi hasta el día de hoy, con el consiguiente deterioro a nivel arqueológico.
Jan Bill, responsable del Museo de los barcos vikingos de Oslo, que pertenece al Museo de Historia Cultural de la misma ciudad, ha indicado que se trataría de un barco relativamente grande, de unos 45 pies de largo (algo más de trece metros y medio), aunque lejos de los tamaños de otros que conocemos.
En cuanto a su datación, es otro tema, podría ser de época vikinga o incluso anterior, algo que solo se sabrá a través de análisis con métodos no invasivos que se están planificando ya. Los barcos han formado parte imprescindible de la vida de los Escandinavos desde la prehistoria, ya que en algunas zonas eran la mejor forma de moverse por el territorio. Prueba de ello son los abundantes petroglifos de la Edad del Bronce y anteriores en los que se pueden apreciar formas de barcos.
Y la pregunta del millón en estos casos, ¿quién o quiénes están enterrados ahí? Como bien indica Jan Bill, este tipo de enterramientos estaba reservado casi de forma exclusiva a personas de gran estatus socioeconómico, a razón del esfuerzo que suponía y de los ricos ajuares funerarios que los solían acompañar: reyes, reinas, grandes líderes (jarlar) y caudillos nórdicos. Lamentablemente, como he mencionado ya, la mayoría de estos yacimientos han sido saqueados y no nos muestran todo su esplendor y, por tanto, toda su información.
En cuanto a su estado de conservación, Bill es cauto y avisa que lo que quede del barco variar muchísimo; en algunos casos se han hallado restos de madera, en otros la forma del barco pero sin material orgánico que se habría degradado y, en otros, los clavos y otros elementos de hierro que se habrían conservado enterrados. Los hallazgos en los que los barcos están completos o casi completos (como los de Gokstad u Oseberg) son excepcionales. También habrá que ver si queda algo del posible ajuar funerario.
Este hallazgo enlaza con el que se produjo el año pasado también en Noruega, en Østfold, (y que podéis leer sobre ello pinchando aquí), este algo más grande, de unos 66 pies (unos veinte metros). En esa zona, precisamente, hay petroglifos con forma de barco de los que hablábamos hace unas líneas.
Para Knut Paasche, jefe del Departamento de Arqueología Digital del Instituto Noruego para la Investigación del Patrimonio Cultural y experto en barcos vikingos, se trata de hallazgos emocionantes ya que en Noruega bien conservados hasta la fecha solo se han hallado tres barcos vikingos, y su excavación se llevó a cabo hace mucho tiempo. Por lo tanto, independientemente de su estado de conservación estos dos nuevos barcos vikingos podrán estudiarse con los nuevos conocimientos históricos, arqueológicos y tecnológicos que se han desarrollado desde entonces.
La región noruega de Vestfold tiene la mayor concentración de enterramientos monumentales en Escandinavia, por ello las autoridades locales están solicitando a la UNESCO que se añada la zona a la lista de Patrimonio Mundial. Actualmente Noruega tiene 8 monumentos en esa lista: la stavkirke de Urnes (que da nombre al estilo de arte nórdico homónimo), el pueblo minero de Røros, el barrio de Bryggen en Bergen, el arte rupestre de Alta, el archipiélago de Vega, el arco geodésico de Struve, los fiordos occidentales (Geirangerfjord y Nærøyfjord) y el patrimonio industrial de Rjukan-Notodden.
Emocionante, ¿verdad? Si queréis leer un poco más sobre los funerales vikingos y los barcos funerarios, os dejo dos entradas enlazadas al blog.
Mientras trabajo en algunas cosas que me tienen ocupada y me mantienen alejada de poder subir contenido al blog hago un huequecillo y os subo una curiosidad: ¿tenían juguetes los vikingos? ¿Tenían tiempo libre y ocio? Os hablaré más de ello y en profundidad, pero de momento, os dejo estas tiernas fotos de juguetes vikingos.
Cuando hablamos de vikingos solemos pensar en expediciones de saqueo y, si aún no estamos muy familiarizados con ellos, en una sociedad brutal, salvaje y llena de tópicos sanguinarios. Sin embargo, cuanto más sabemos sobre ellos, más se aleja esa imagen de la realidad. Puede parecer que los vikingos estaban todo el día dale que te pego en la guerra, saqueo arriba saqueo abajo, pero lo cierto es que la mayoría de las actividades bélicas, así como las tareas de la granja o las expediciones de comercio se llevaban a cabo en los meses primavera y verano; cuando el relativo buen tiempo lo permitía.
El otoño y el invierno eran meses de recogimiento. Se desarrollaba entonces la vida dentro de los Grandes Salones comunales vikingos, alrededor de los hogares que servían para calentar la estancia, para cocinar y para iluminar. Allí se reunían todas las personas de la granja: hombres, mujeres de toda condición, niños y niñas, ancianos, esclavos… Se recitaban poesías, se contaban leyendas sobre héroes y dioses, se jugaba a juegos de mesa, se bebía, se tejía en telares…
Los vikingos tenían tiempo libre, tenían ocio y un sinfín de actividades que iban desde los deportes (patinaje sobre hielo, esquís, natación, tiro con arco), las peleas de caballos, la glíma (una especie de lucha cuerpo a cuerpo), la música, la poesía…
Y los niños y las niñas no eran menos, también tenían sus juegos. La infancia era corta y en aquella época los niños y las niñas enseguida pasaban a formar parte de la mano de obra de la granja echando una mano en la medida de sus posibilidades, sin embargo, había tiempo para la diversión y los juegos como vemos en esta imagen. No es algo habitual ya que se trata de material que no sobrevive bien el paso del tiempo, pero se han realizado hallazgos arqueológicos de barcos, caballos o muñecos de madera, así como reproducciones a tamaño reducido de armas como espadas. Los juguetes, además, se mencionan en las Sagas islandesas, como por ejemplo en la Saga de Glúmur el asesino.
Dos espadas y una lanza de juguete. Siglos VIII o IX, State Hermitage Museum, Museum-reserve de Staraya Ladoga.
La arqueología dice que sí. Que no es que esto sea un descubrimiento nuevo, vaya, pero como pude ver estos objetos hace unas semanas me ha parecido curioso traéroslo al blog por si no teníais ni idea y por si como yo no habíais visto nunca uno de primera mano.
¿Cómo sabemos que los hombres y mujeres del norte tenían perros? Pues mayormente gracias a los hallazgos arqueológicos. Por ejemplo, durante las excavaciones del (impresionante) barco funerario de Ladby se encontraron once caballos y varios perros depositados dentro del barco junto al cadáver del jefe vikingo como ofrendas y sacrificios.
Además, sabemos también que los tenían como mascotas, como compañeros (y más que seguramente se utilizaban en algunas tareas domésticas de las granjas). ¿Cómo lo sabemos? Pues de nuevo gracias a hallazgos arqueológicos como el que veis en esta foto: un arnés para perros que se encontró en unas excavaciones cerca de Jelling (Jutlandia, Dinamarca). Además de estar decorado ricamente podemos observar que es un arnés pensado para poder llevar varios perros en varias correas, como muestra la recreación del dibujo que había en el museo junto a la vitrina del objeto. Precisamente durante las excavaciones del barco de Ladby apareció un arnés de perros cuya decoración en estilo Jelling hizo posible la datación del yacimiento en el siglo X.
El yacimiento, en Skaill Farmstead, en Westness (Isla de Rousay), se cree que data del siglo X y podría haber sido usado por el jefe vikingo Sigurd, tal vez Sigurðr digri, conocido como Sigurd el Fuerte, un jefe vikingo que vivió entre finales del siglo X y principios del XI, jarl de amplias áreas en las Hébridas, Escocia e Irlanda.
Esta excavación es parte del proyecto Landscapes of Change – Archaeologies of the Rousay Clearances and Westness Estate y su objetivo es explorer el yacimiento de esta granja desde su periodo nórdico hasta su abandono en el siglo XIX. Un equipo de lal University of the Highlands y del UHI Islands Archaeology Institute, así como residentes de Rousay y estudiantes han estado excavando en el yacimiento durante años para encontrar la construcció. ¿Por qué se creía que aquí podía haber un edificio tan singular? Primero, porque el pasado vikingo de la isla es un hecho y, derivado de ello, porque la propia palabra «Skaill» es un nombre nórdico para «hall» (salón), de modo que la toponimia ya estaba apuntando a que este yacimiento podría haber sido utilizado como un Gran Salón de gran estatus.
Las conexiones vikingas de Escocia
Las Islas Orcadas fueron una importante sede se poder vikingo durante el periodo nórdico y su herencia vikinga es rastreable hasta el día de hoy, tanto en su arquitectura como en la toponimia. Tanto las Orcadas como las Shetlan fueron colonizadas por vikingos procedentes de Noruega entre finales del siglo VIII y principios del IX. Se cree que este éxodo se debió a la superpoblación de Noruega y la falta de recursos naturales, pero la realidad es que las causas del inicio de la Era Vikinga (que coinciden con esta época) son bastante más complicadas (podéis leer sobre ello pinchando aquí). Lo que sí es cierto es que los vikingos sustituyeron prácticamente al completo la población nativa (los pictos) y el idioma, que fue reemplazado por el nórdico antiguo. Estudios genéticos han revelado que muchos de sus habitantes son descendientes de aquellos que se instalaron en las islas a finales del siglo VIII.
Gran Salón de Skaill debajo de la granja actual. Photo: UHI Archaeology Institute
Tanto las Shetlan como las Orcadas fueron pasando de mano de un jarl a otro (Harald Hårfagre, Rognvald Eysteinsson, Sigurd el Fuerte…) y finalmente fueron cristianizadas por parte de Olav Tryggvasson en el siglo X. Las islas formaron parte del reino Escandinavo hasta 1468, cuando pasaron a pertenecer a la corona durante el reinado de Christian I de Dinamarca como compromiso de pago por la dote de su hija Margarita de Dinamarca , que se casó con Jacobo III de Escocia. Como la dote nunca llegó a pagarse, los escoceses se quedaron con las islas.
El enclave de Westness aparece mencionado en la Saga Orkneyinga o Saga de las Islas Orcadas, una narrativa histórica sobre el archipiélago, como el hogar del jarl Sigurd, un poderosísimo jefe nórdico del siglo XII. Dan Lee, el codirector del proyecto de excavación, ha declarado que «las noticias emocionantes de esta temporada es que ahora hemos encontrado el salón en Skaill, tal y como sugería la toponimia. Nunca lo sabremos, pero tal vez el jarl Sigurd se sentó en alguno de sus bancos de piedra dentro del salón bebiéndose una jarra de cerveza».
Un basurero milenario
Gran Salón de Skaill, pared norte exterior. Photo: UHI Archaeology Institute
El equipo que investiga el yacimiento ha encontrado las paredes que se extienden desde debajo del extenso montículo de asentamiento y han sido confirmadas como un gran edificio nórdico, un Gran Salón, con muros de piedra con bancos a lo largo de estos a cada lado. Se cree que mide unos 13 metros de largo, aunque aún no está totalmente excavado. El Gran Salón podría estar fechado entre los siglos X y XII y se ha descubierto debajo de una granja más reciente, del siglo XVIII o XIX.
Junto a las paredes de piedra y los bancos otros hallazgos se han encontrado durante la excavación: cerámica, esteatita de Shetland, un fragmento de un peine de hueso nórdico, y un huso también de hueso
Fragmento de peine vikingo de hueso. Photo: UHI Archaeology InstituteHuso de telar de hueso. Photo: UHI Archaeology Institute
La codirectora del proyecto, Dr Ingrid Mainland, ha declarado que han recuperado basura y deshechos de más de un milenio que proporcionan una oportunidad casi sin precedentes para poder trazar los cambios en las dietas, la agricultura o la pesca desde el periodo nórdico hasta el siglo XIX.
Aunque, como decíamos, solo una parte se ha excavado de momento, este salón en Skaill tiene paralelos con otros salones nórdicos excavados en las Orcadas, como Snusgar, y otros por Escocia. El hallazgo proporciona evidencias de las primeras fases de ocupación de un montículo habitador durante más de 1000 años. También proporciona una pieza más al rompecabezas que es esta zona costera de las Orcadas, con más de 5000 años de historia arqueológica documentada.
Vista aérea con el Gran Salón de Skaill a la derecha. Photo: UHI Archaeology Institute
¡Ya están aquí! Por fin puedo contaros eso en lo que he estado trabajando desde el verano pasado. Este jueves llega a los kioskos la nueva colección de RBA, «Mitos Nórdicos», una colección en la que se han cogido las Eddas, las Sagas y demás textos de la literatura nórdica medieval (pero también germánica y anglosajona) y se han novelado, al estilo Juego de Tronos o Neil Gaiman. Encontraréis novelas sobre Odín, Loki, Thor, Freya, Frigg, Sigfrido, Ragnar Lodbrok contándoos episodios de las Sagas nórdicas o de la creación del mundo de las Eddas. Todo acompañado de unas ilustraciones fantásticas y, además, cada novela cuenta con un ensayo final de divulgación histórica que presentará algún aspecto de la cultura nórdica (la guerra, los barcos, las granjas, la ciudades, la religión, la expansión nórdica, y muchísimo más).
¿Y cuál es mi participación en este proyecto? Pues mis tareas son las de asesoría y corrección histórica, documentación histórica y redacción.
A lo largo de estos meses me estoy dedicando a corregir el contenido histórico de los textos de las novelas desde la escaleta hasta su versión final, para que (dentro de lo posible) sean lo más fieles históricamente hablando a la época de los vikingos y las vikingas. También he ayudado a documentarse a los autores y autoras de las novelas, así como al equipo de ilustración, para que pudiesen elaborar correctamente sus historias y sus dibujos.
Por otro lado, me he encargado de escoger y calendarizar los temas de cada uno de los ensayos que acompañan las novelas, de elaborar un índice y esquema de cada uno de ellos con lo que debe aparecer en cada apartado del ensayo y, por supuesto, de recopilar y seleccionar todas las fuentes documentales para cada uno de los ensayos, filtrarla, ordenarla, seleccionar propuestas da imágenes para ilustrar cada ensayo y aportar algunas de mis fotografías. Algunos de los ensayos también los he escrito yo (los 5 primeros de la colección) durante la elaboración del Test. Una vez el proyecto se puso en marcha con 60 libros, yo he pasado a las tareas más históricas y de documentación, mientras un equipo de redacción se ha encargado de escribir los ensayos bajo mi supervisión histórica, con mis fuentes y documentos y la corrección de cada ensayo en su versión final para darle el visto bueno antes de cerrar cada uno de los libros.Como os podréis imaginar, elaborar sesenta ensayos sobre aspectos distintos de la cultura nórdica es una tarea titánica que estoy disfrutando como una enana de Svartálfaheim y que ha ocupado buena parte de mi tiempo estos últimos meses (y aún lo ocupará algunos más). De aquí, además, saldrán en el futuro nuevos proyectos divulgativos y académicos que me rondan la cabeza.Os dejo toda la información sobre la colección, los precios, las fechas de salida y demás, por si os interesa y os apetece haceros con toda ella o con algunos de los libros que irán saliendo.
Estos últimos, si seguís mi trabajo, habéis visto que apenas he publicado nada. Siempre que me preguntáis por qué no estoy tan activa en redes sociales y, sobre todo, en el blog, os comento que es por falta de tiempo (ya habéis visto en lo que llevo trabajando algo más de un año para RBA/GREDOS y, si no, podéis pinchar aquí).
Sin embargo, la falta de contenido elaborado en el blog (artículos sobre temas con su documentación, bibliografía y demás), no responde solo a la falta de tiempo ya que, en realidad, a lo largo de estos meses he estado recopilando una cantidad de información ingente sobre muchísimos temas nórdicos que me darían para escribir decenas de artículos sobre temas distintos en el blog. Y no solo estos meses, a lo largo de los seis años que lleva en marcha este proyecto he recopilado una biblioteca de más de 200 libros sobre el mundo nórdico (algunos comprados en mis viajes a Escandinavia, algunos de segunda mano que me han costado una fortuna…), así como una enorme cantidad de ensayos, artículos y documentación. En definitiva, una cantidad ingente de información y de trabajo. Y de dinero: libros, fotocopias, impresiones, encuadernaciones y material para organizar y trabajar. Porque mi biblioteca vale una fortuna ahora mismo. Y mi tiempo. Y he invertido en los últimos seis años de mi vida la mayor parte de mi tiempo en esto.
Cada artículo del blog (que puede gustar más o menos, eso no lo discuto) lleva detrás muchísimo de tiempo: buscando las fuentes, seleccionándolas, leyendo, filtrando, haciendo esquemas, redactando, buscando material fotográfico, subiendo y montando el contenido en el blog. Y el problema no es solo el tiempo que requiere todo eso, yo lo hago encantada porque es lo que más me gusta en el mundo; el problema viene también cuando me encuentro la información de mi blog, de mi trabajo, de mi dinero y de mi esfuerzo compartida copiada y pegada, troceada o cambiada un poco en otros lugares, la mayoría de las veces sin citar mi trabajo. Los análisis históricos de los personajes de la serie Vikingos están por todas partes. El artículo sobre la higiene o sobre el peinado vikingo, igual. Los han usado hasta en medios de comunicación muy conocidos sin mencionarme. He tenido que ponerme en contacto con páginas de divulgación histórica para solicitar en numerosas ocasiones que o se retirase el contenido o se me citase como era debido. Otro día puedo subir un post hablando de las malas praxis en el mundo de la divulgación, porque es absolutamente desolador.
Así que por este cúmulo de circunstancias decidí hace un tiempo dejar de subir cosas al blog durante un tiempo hasta que concluyese qué hacer y cómo gestionarlo. Lo decidí porque creo que no es justo para mí llegados a este punto. Luego pensé que así perdería lectores y seguidores, pero me dio rabia pensar en esos términos, porque todos pagamos por lo que nos gusta. Y queremos que se nos pague por lo que trabajamos, faltaría más. Pagamos cuando vamos al cine, pagamos cuando salimos a cenar, pagamos por un concierto, pagamos por la ropa que usamos, pagamos por Spotify, Netflix y HBO. ¿Por qué no pagamos por lo que otros profesionales de otros sectores ofrecen? ¿Por qué consideramos que hay ciertas cosas que deben ser gratis y si hay que pagar por ellas ya nos parece mal o ni lo consideramos? O, incluso, pensamos que esas personas son muy egoístas. Sé que por tomar esta decisión se me acusará de oportunista, de egoísta y de muchas cosas más. Pero es que si no es imposible que esos profesionales podamos vivir de nuestro trabajo, si no empezamos a pensar que leernos un artículo del blog a la semana o cada 15 días, o ver un vídeo de YouTube de alguien que ha pasado muchas horas investigando y elaborándolo, ha invertido su tiempo y ha gastado dinero en ello (como cualquier profesional que ofrece un servicio o producto) merece retribución.
De modo que una idea que estoy meditando para poder continuar con este proyecto y ofrecer todo lo que tengo en la recámara es abrir un Patreon.¿Y qué es esto? Pues seguro que muchos lo conocéis, pero os lo explico por si no. Patreon es una plataforma de crowdfunding o micromecenazgo que ayuda a creadores a poder continuar haciendo lo que mejor saben hacer: crear. Cada persona puede aportar pequeñas cantidades de dinero para que un proyecto se lleve a cabo. Sin embargo, no todas las plataformas de crowdfunding son iguales. Por un lado tenemos sitios como kickstarter que solamente sirven para financiar grandes proyectos. Una vez que esos proyectos se han completado el creador dejará de formar parte de esa comunidad y dejará de tener ingresos.
Por otro lado, está Patreon donde mes a mes los patrocinadores van aportando su granito de arena para que el creador pueda vivir de lo que hace y continuar creando. Es como si le ayudarán a ganar un sueldo gracias a su mecenazgo. El creador a cambio ofrecerá unas recompensas que variarán en función de la aportación recibida.
¿Y cómo funciona Patreon? Patreon se puede dividir en dos: los creadores y los mecenas. Los creadores son escritores, ilustradores, cantantes, dibujantes de cómics, youtubers… que se inscriben para tratar de conseguir que sus seguidores los ayuden económicamente para poder seguir creando más y más. Estos deben explicar a sus posibles mecenas qué es lo que hacen y cómo van a funcionar en Patreon. Por ejemplo, en el caso de un ilustrador, este puede crear una serie de recompensas que sean tipo: con una aportación de 3€ al mes se pueden ver bocetos previos, votar artículos… con 7€ podrás ver los vídeos de youtube, con 80€ un dibujo a mano con envío y por 100€ un retrato con pintura digital.
De modo que en base a esto me estoy planteando que el contenido más elaborados del blog (como los artículos, que me llevan muchísimas horas de trabajo) o los vídeos de YouTube que empecé a hacer, pero que dejé de lado por el proyecto de RBA, pasen a ser contenido para aquellas personas que se conviertan en mecenas; como el que se suscribe a Netflix o a HBO.
Ya estoy trabajando en algunos nuevos contenidos del blog/YouTube y estoy pensando en cómo gestionarlo y me encantaría conocer vuestra opinión (solo os pido que sea respetuosa aunque esta decisión no os guste, os pido que os pongáis en mi lugar) y vuestras sugerencias sobre cómo podría ser esta nueva etapa: suscripciones mensuales, anuales, pago por artículo, que los mecenas pueden votar los temas que les gustaría ver en el blog o en YouTube, que los mecenas puedan participar en los temas de los vídeos de YouTube o en los artículos del blog enviando sus preguntas, que los mecenas puedan pedir minipíldoras en redes sociales sobre algún tema concreto, contenido exclusivo en colaboración con ilustradores, historiadores, posibilidad de tener los artículos en PDF o en edición papel, etc. Hay muchísimas cosas que se me ocurren y que me encantaría saber qué os parece y que me contéis las que se os pudiesen ocurrir a vosotros y a vosotras que hiciesen de este nuevo proyecto algo que os resultase atractivo y que valiese la pena.
Muchísimas gracias por vuestro apoyo siempre y por vuestro tiempo.
No ha sido una serie que haya llegado arrasando como lo hizo Vikings y, sin embargo, cuando me crucé con ella me llamó la atención de muchísimo. Había vikingos y vikingas. Como os podéis imaginar me fui de cabeza a HBO y comencé a verla de inmediato. Y me ha encantado. ¿La habéis visto? Si la respuesta es no os voy a contar un poco de qué va y os voy a dar algo de información histórica al respecto.
Ambientada en el Oslo actual (vais a disfrutar de maravillosas localizaciones de la ciudad como la zona de la ópera) un buen día comienzan a llegar a través de flashes de luz en el mar personas de otras épocas: de la prehistoria (edad de piedra), protonórdicos (esto es, vikingos y vikingas) y personas decimonónicas (del siglo XIX).
Los guionistas han aprovechado la serie para reivindicar sus costumbres ancestrales y decimonónicas y, a su vez, para denunciar los problemas de integración, sociales, económicos y administrativos, por los que atraviesan los visitantes, que se convierten de golpe en una especie de «refugiafos multitemporales». Subyace en la serie toda una crítica al trato que reciben los miles de refugiados e inmigrantes en Europa. Los visitantes —su situación y su realidad— no son tan distintos de quienes cada día —saltando vallas, cruzando muros o atravesando mares en pateras— llegan a Europa en busca de un futuro mejor (aunque en este caso no parecen haberlo escogido, sino que se han encontrado en otro «tiempo» pero en el mismo lugar).
A partir de ahí, claro, hay que desarrollar una nueva forma de convivencia entre todos estos tipos de gentes. Y nodo todo el mundo está conforme. Haciendo analogías con las crisis de refugiados actuales, la serie nos muestra cómo algunas personas del siglo XXI consideran a los noruegos del pasado poco más que inmigrantes y quieren que se marchen, iniciando incluso toda una oleada de crímenes de odio hacia la población «multitemporal». También veremos personajes del siglo XIX luditas en contra de las nuevas (o no tan nuevas ya, vaya) tecnologías.
Beforeigners es un thriller policíaco en el que se suceden los misterios y los asesinatos (se nicia con el asesinato de una mujer prehistórica que la curiosa pareja de protagonistas debe resolver), pero tiene un toque de humor negro maravilloso y unos puntazos históricos de lo más interesantes. Por ejemplo; por lo que respecta a los vikingos y a las vikingas, vais a poder escucharles hablar en protonórdico y escribir con runas, vais a ver personajes históricos importantes de la historia de Noruega que han perdido la memoria y trabajan como repartidores de algo tipo Glovo o Deliveroo, vais a ver pubs modernos en los que se baila música nórdica y se bebe hidromiel en cuerno, vais a ver shieldmaidens o guerreras (siempre tirando un poco de tópico, pero no pasa nada ya sabemos –o deberíais saber– la verdad sobre esto)…. Y mucho más. Pero lo mejor es que veáis la serie y me contéis qué os ha parecido. De momento hay 6 capítulos y a mí me ha gustado mucho, por la historia y por los guiños históricos.
El tráiler oficial de HBO España
Tráiler oficial de HBO
Personajes principales
Lars Haaland (actor: Nicolai Cleve Broch) Policía de Oslo, protagonista de la serie, y habitante del siglo XXI.
Alfhildr Enginnsdóttir (actriz: Krista Kosonen) Protagonista de la serie, habitante protonórdica que se convierte en policía de Oslo y utiliza sus habilidades de su época para resolver casos. Es una antigua guerrera.
Urðr Sighvatsdóttir (actriz: Ágústa Eva Erlendsdóttir) Antigua guerrera protonórdica, amiga de Alfhildr. Curiosidad: es la voz de Elsa en la versión islandesa de Frozen.
¿Quiénes eran las mujeres guerreras? Es en la literatura nórdica medieval donde podemos encontrar referencias a mujeres guerreras, llamadas skjaldmö. Sin embargo, las sagas nórdicas son relatos muy posteriores a la Era Vikinga (a partir del siglo XIII la mayoría de ellas), escritos por hombres, por cristianos y, sobre todo, con fines específicos. Luego, su veracidad histórica es más que cuestionable y no se puede tomar como cierto todo lo que aparece en las Sagas. Lagertha aparece en la obra Gesta Danorum del historiador danés Saxo Gramático y en alguna saga, como la de Ragnar Calzaspeludas. Nos cuentan que luchó contra un caudillo que se había apoderado de Noruega y había sometido a gran cantidad de mujeres.
Escrita en el siglo XII, la Gesta Danorum recoge también que en la batalla de Brávellir –mediados del siglo VIII– más de 300 mujeres lucharon ataviadas como hombres para ayudar al bando danés frente al sueco. Freydís Eiríksdóttir, hija de Erik el Rojo, aparece en la Saga de Laxdœla y en la Saga de Erik el Rojo, como parte de una expedición que viajó a Vindland (Terranova, Canadá) y que tuvo que enfrentarse a los nativos de la zona, llamados skraelingar, cuando fueron atacados en el campamento que habían montado.
Tommy/Thorir Hund (actor: Stig Henrik Hoff ) Thorir Hund (en nórdico antiguo Þórir hundr Þórisson y en noruego moderno Tore Hund) fue un importante jarl (caudillo) vikingo que vivió entre finales del siglo X y principios del XI en ñla región de Hålogaland en Noruega. Fue uno de los líderes de la facción de los bóndi (hombres libres) en la batalla Stiklestad, ocurrida el 29 de julio de 1030 contra el rey Olaf Digre, Olaf II de Noruega. Según crónicas de la época Thorir fue uno de los instigadores y, a la postre, causantes de la muerte de Olaf II en esta batalla. También formó parte de las finales del ejército de Canuto el Grande, rey de Dinamarca, Inglaterra, Noruega y Suecia. Poca broma con Canuto.
Olav Digre (actor: Tobias Santelmann, que os sonará porque es Ragnar, el hermano de Uhtred, en The Last Kingdom). Conocido como Olaf Haraldsson, Olaf el Santo, Olaf Digre (el grande) u Olaf II de Noruega, se trata de un rey noruego que gobernó el país entre los años 1015 y 1028. Olaf estuvo al servicio del rey Etelredo II de Inglaterra y abandonó el paganismo paraconveretirse al cristianismo en la ciudad de Ruan. En 1015 volvió a Noruega y como era descendiente de Harald I enseguida fue proclamado rey desplazando así a muchas familias nobles del país que no vieron con buenos ojos la nueva política y administración central fuerte que implantó en el país, así como la conversión de Noruega el Cristianismo que ya había iniciado Olaf I. Las desavenencias con parte de las familias prominentes y parte de la población continuaron hasta 1028, cuando Canuto II de Dinamarca e Inglaterra invadió Noruega, y tuvo que exiliarse en la Rus de Kiev.
En 1030 regresó a Noruega y se enfrentó a un ejército liderado por jarls aliados de Dinamarca: Hårek av Tjøtta, Thorir Hund y Kalv Arnesson, muy superior al suyo. El 29 de julio de 1030, se enfrentaron ambos bandos en la batalla de Stiklestad, donde murió Olaf.
El cuerpo de Olaf se depositó en un cobertizo y, según la tradición, un ciego comenzó a ver tras frotarse los ojos con la sangre del cadáver. Los campesinos del lugar se llevaron el cuerpo y lo sepultaron junto al río Nidelven, en Nidaros (actual Trondheim). A partir de entonces comenzaría el culto a Olaf, que fue llamado popularmente el santo. Su muerte fue juzgada como un martirio.
Al año siguiente, su cadáver fue exhumado y trasladado al interior de una capilla que se erigió al lado de su tumba. Con el tiempo, en el lugar de la pequeña capilla se erigiría una fastuosa catedral, la catedral de Nidaros, que sería un frecuentado centro de peregrinación. Fue venerado como un santo en todo el país y con el tiempo se convirtió en uno de los personajes más importantes del cristianismo de Noruega.
Hacía tiempo que no subía al blog una recomendación literaria (y, creedme, no será porque no tenga libros que enseñaros, en el último año mi biblioteca ha crecido una barbaridad, así que prometo ponerme las pilas) y ha llegado el momento de retomarlo. Básicamente porque, a diferencia de otros libros que os he enseñado, Vikingos en Guerra está recién salido del horno.
Que los vikingos despiertan interés es un hecho, especialmente desde hace unos años a raíz de series como Vikingso The Last Kingdom. Lamentablemente para los hispanohablantes el panorama bibliográfico en lengua española no es tan interesante. En los últimos tiempos bien es cierto que se han sucedido algunas publicaciones (algunas mejores, otras tristemente no tan buenas), pero el abanico de posibilidades para el lector en español sigue siendo reducido.
Yo os recomiendo
que si los hombres y las mujeres del norte son vuestro tema pero el inglés no
es vuestro fuerte que hagáis un esfuerzo y os pongáis con él, porque si no
podéis leer en inglés os estáis perdiendo muchísimo (y muy necesario).
Dicho lo cual, y tras este vikingconsejo, estamos de enhorabuena porque con Vikingos en GuerraDesperta Ferro ha llenado un poquito ese hueco bibliográfico y es que tanto su contenido como su continente lo hacen uno de los mejores libros a nuestro alcance a día de hoy.
¿Qué podemos decir de esta edición de Desperta Ferro? Tapa dura con sobrecubierta, 21 x 29,7 cm (es decir, es un libro grande), casi 400 páginas y casi 400 ilustraciones, fotografías y una excelente –y mejorada respecto a la edición noruega original– cartografía. Es un libro súper visual y a todo color. Un punto a favor respecto a la edición original también es el tamaño, esta edición es más grande, por lo que las imágenes no solo lucen más sino que se aprecian mejor.
Por otro lado, es
una publicación relativamente reciente que nos ofrece una información lo más actualizada posible incluyendo
así las últimas investigaciones y hallazgos en la materia.
Siguiendo con su contenido, Vikingos en Guerra es una obra centrada casi específicamente en el mundo bélico nórdico y su expansión. De modo que lo que encontramos en esta obra es todo lo necesario para hacernos una idea clara y concisa de lo que fueron la guerra y las expediciones para los vikingos y, también, y lo que supusieron en aquellos territorios por los que pasaron. Y es que no solo basta con conocer qué armas y técnicas utilizaron o con saber a qué partes del mundo llegaron, es además preciso adentrarnos en otras facetas de su idiosincrasia y su cultura para comprender los porqués de la Era Vikinga, de la diáspora nórdica y de los métodos con los que se llevó a cabo durante los trescientos años que duró el periodo vikingo.
Y para ello es
necesario comenzar por el principio, esto es, presentando quiénes eran los
vikingos, cómo estaba estructurada su sociedad y qué papel jugó su religión en
todo ello. Este último punto podría parecer poco significativo, pero lo cierto
es que las creencias nórdicas entorno a la vida y su forma de concebir la
muerte jugaron un papel fundamental a la hora de modelar la mentalidad del
guerrero nórdico.
Continuamos explorando el mundo de la guerra en el segundo capítulo haciendo un repaso por las armas más usadas por los hombres del norte y sus diferentes tipologías (espadas, lanzas, hachas, escudos), las técnicas y tácticas de combate (algo rudimentarias pero a la vista eficientes) y las tropas vikingas, poco desarrolladas e institucionalizadas al inicio de la Era Vikinga pero totalmente articuladas como cuerpos de élite para finales de esta. También se habla brevemente, pero al menos se habla (no como en otros libros que obvian absolutamente el tema) de la posibilidad de la existencia o no de las mujeres guerreras. Un debate siempre interesante si se realiza desde una perspectiva histórica y arqueológica.
En los siguientes capítulos se abordan dos aspectos realmente decisivos en la expansión vikinga: las fortalezas y los barcos. Las primeras, también llamadas Trelleborg y grandes desconocidas para la mayor parte del público, resultaron cruciales en el desarrollo de las expediciones danesas de finales del siglo X bajo el reinado de Harald Bluetooth. Los segundos son de sobra conocidos por todos, esas naves de guerra esbeltas, de poco calado y extremos con forma de serpiente con las que los guerreros nórdicos podían llevar a cabo tanto incursiones rápidas desde la misma orilla como grandes expediciones, pero también esas más anchas, cortas y de mayor calado que permitieron transportar enseres, ganado y familiares allá donde los nórdicos se asentaron permitiendo la colonización.
Y es que tras este capítulo ya entramos de lleno en la expansión y recorremos aquellos lugares que los vikingos mayormente saquearon, como la Inglaterra Anglosajona, el reino de los Francos o la península ibérica; aquellos en los que se asentaron, como la mayoría de las islas del Atlántico Norte, Islandia o Groenlandia, y aquellos lugares en los que comerciaron y se convirtieron en mercenarios, como las tierras del Este de Europa y Bizancio. Territorios, casi todos ellos, en los que dejaron su huella para la posteridad.
Por último, porque la obra cuenta con dos reputados autores a su cargo. El primero, Kim Hjardar, es doctor en cultura vikinga y medieval y reputado reconstruccionista vikingo y el segundo, Vegard Vike, es experto en armamento vikingo y conservador en el Museo de Historia Cultural de Oslo.
Vikingos en Guerra está disponible desde el mes de octubre y tiene un precio de 44.95€. Podéis comprarlo en la web de la editorial, pincando aquí.
Los vikingos son fascinantes, pero desafortunadamente muchas de las cosas que sabemos de ellos son falsas. ¿Sabíais que los vikingos no bebían de los cráneos de sus enemigos? Es un mito. Entonces, ¿por qué tanta gente cree en ello?
Un (intencionado o no) error de traducción
Todo este lío es debido a un error (intencionado o no, eso nunca lo sabremos) de traducción de un kenning[1] que aparece en Krákumál. También conocido como La canción de muerte de Ragnar Lodbrok, es un poema escáldico cuyo contenido es un monólogo de Ragnar Lodbrok mientras se encuentra agonizando dentro del pozo de serpientes en el que lo asesina el rey Alle de Northumbria. En el soliloquio Ragnar hace un poco de retrospectiva y analiza su vida llena de actos heroicos. El poema se compuso en el siglo XII y consta de 29 versos o stanzas de diez líneas casi cada una.
Es un tipo de poema que utiliza lenguaje conmovedor
y categórico para evocar la vida del guerrero que espera que su muerte sea
vengada de forma gloriosa y la satisfacción de saber que pronto gozará de los
placeres del Valhalla. Este poema es uno de los precursores de la imagen que
hoy en día tenemos, estereotipada, del guerrero vikingo.
Pero volviendo a lo que nos interesaba, en la estrofa 25 de Krákumál leemos: «drekkum bjór af bragði ór bjúgviðum hausa», que significa «bebían cerveza de las ramas curvas que provenían de los cráneos». En 1636 el médico y anticuario danés Olaus Wormius (1588-1654) publicó su tratado Runir seu Danica literatura antiquissima, (Runas: la más antigua literatura danesa), donde lo tradujo como «Sperabant Heroes se in aula Othini bibituros ex craniis eorum qvos occiderant», que significaba «Los héroes esperaban beber en el salón de Odín de los cráneos de los enemigos que habían matado». Ya tenemos el mito; ahora, a reproducirlo.
Y, si los vikingos no bebían en los cráneos de sus enemigos, ¿dónde lo hacían?
Pero lo cierto es que «ramas curvas de los cráneos» es un kenning que se utilizaba para decir «cuerno», pero no humano. ¿Bebían en cuernos? Ya sabemos que sí, pero de animales vacunos o caprinos. Lo sabemos por hallazgos arqueológicos y por piedras rúnicas con imágenes. En cuanto a los hallazgos arqueológicos, son pocos porque el material orgánico resiste muy mal el paso del tiempo, pero sí se han encontrado los elementos metálicos decorativos en cantidades suficientes como para que las evidencias literarias puedan ratificarse. En cuanto a las imágenes, tenemos por ejemplo la piedra de Tjängvide (visitable en el Historiska Museet de Estocolmo).
Piedra de Tjängvide. En el círclo se puede observa la figura femenina con lo que parecen unos recipientes en las manos
En esta piedra se puede observar lo que se cree que es una valquiria, con un cuerno para beber en las manos. La interpretación más común es que espera a las puertas del Valhalla la llegada de los nuevos einherjar, los caídos en batalla que recogen el resto de valquirias y que llevan al gran salón para Odín, donde se entrenarán día y noche hasta que llegue el Ragnarök según la mitología nórdica.
Piedras de Sigurd, en el círculo se observa la pareja juando al Talf.
Piedras de Sigurd, en el círculo se observa la pareja juando al Talf. Detalle.
Por último, podemos hablar de una de las conocidas como Piedras de Sigurd, hallada en Ockelbo (en Suecia). La piedra se encontró entre los cimientos del muro de una iglesia en 1795, en 1830 se sacó y emplazó en el interior de la iglesia y la original se destruyó junto a la iglesia en un incendio en 1904 y lo que tenemos hoy en día es una reproducción de 1932. En ella podemos ver varias imágenes que representan pasajes de la leyenda de Sigurd y, además, una pareja de hombres jugando al Hnefatafl, un juego de mesa de la familia de los juegos Tafl, mientras sostienen cuernos para beber.
La importancia de la bebida en la Era Vikinga
Piedra de Tängelardå. @THEVALKYRIE’S VIGIL. Laia San José Beltrán. Historiska Museet, Estocolmo.
Por último podríamos preguntarnos por qué tanta obsesión con los cuernos. Y la respuesta es sencilla. Recibir invitados y preparar lujosos festines era signo de gran posición social durante la Era Vikinga (y probablemente también antes de esta). Estos banquetes eran una parte muy importante del estilo de vida de la aristocracia nórdica. ¿Y qué bebían los vikingos? Alcohol mayormente (los nórdicos creían que el agua les enfermaba, así que la cataban poco).
En la piedra rúnica de Tängelardå, hallada en la isla sueca de Gotland, se muestra a diversas personas con cuernos para beber. Las bebidas alcohólicas más populares entre los vikingos y las vikingas eran el aguamiel y la cerveza. De esta última tenían varios tipos, unos más fuertes y otros más flojos dependiendo de la ocasión. Generalmente las cervezas flojas eran las que consumían durante el día a día y aquellas más potentes las que se elaboraban para distintas celebraciones importantes, como esponsales, Yule (Jól), etc.
Debajo a la izquierda de la piedra se pueden observar dos hombres luchando con espadas alrededor de una gran vasija. Podría ser Odín intentando robar el aguamiel del gigante Suttung, como Snorri cuenta en su Skáldskaparmál. Pero no todos los estudiosos están de acuerdo; para algunos es una escena de libación y las espadas son, en realidad, también cuernos. Esta segunda opción es las más aceptada en la actualidad.
[1] Los kenningar son figuras retóricas
usada en la literatura nórdica medieval de origen islandés y que servían para
nombrar algo utilizando una palabra que lo caracterizaba, reemplazando la parte
de la cosa por el todo, o bien simplemente haciendo la asociación por
contigüidad. Por ejemplo: batalla es sustituido por «el fragor de los dardos».
Si a día de hoy, empezando el 2020, es complicado encontrar una sociedad en la que la igualdad de género sea algo real y tangible, como comprenderéis, pretender que eso haya sucedido en algún momento de la historia, es más que complicado.
Mucha gente cree que antiguamente las sociedades eran matriarcales, sin embargo, actualmente no hay evidencias de sociedades matriarcales en la prehistoria, sino más bien de sociedades matrilineales, que no es lo mismo. Como ese no es el tema que nos ocupa y yo aquí he venido a quejarme y a pedir un poco de cordura y un poco de responsabilidad a la hora de divulgar, solo os voy a decir que si lo que queréis es saber un poco más sobre el origen del patriarcado os recomiendo el libro homónimo de Gerda Lerner: El origen del patriarcado.
Dicho lo cual, vamos a por los vikingos… o mejor, las vikingas.
Los problemas de la mala divulgación histórica
QUE NO, QUE LA SOCIEDAD NÓRDICA NO ERA UNA SOCIEDAD IGUALITARIA, NI HABÍA EQUIDAD DE GÉNERO, NI NADA POR EL ESTILO.
Las mujeres vikingas si bien sí parece que gozaron de algunas prerrogativas o libertades más que las de otras sociedades contemporáneas, no gozaron de nada parecido a la iguadad o la «equidad de género». Para empezar, las mujeres no podían participar en el Thing (la asamblea de gobierno donde sí participaban todos los hombres libres) y, en general, no podían gobernar. Las mujeres, además, poco podían opinar sobre sus alianzas matrimoniales, donde tenían la voz cantante los parientes masculinos de la mujer (padre, hermanos, tíos). ¿Os parece esto una sociedad con igualdad de género? Ni de lejos.
Y cada vez que leo un artículo de algún dudoso medio, escrito por algún dudoso profesional (por llamarle algo), donde se dicen todas estas barbaridades se me muere una neurona. Y también un gatito vikingo.
En la era del
clickbait, del titular pistolero, de la búsqueda desesperada de contenido
monetarizado y del santísimo copia y pega sin mirar atrás, las páginas, webs,
medios de comunicación y personas que hacen esto se están cargando, están
dilapidando, están echando por tierra, están denigrando el trabajo de miles de
historiadores e historiadoras, de profesionales que, como yo, hacemos nuestro
trabajo conforme a las reglas, métodos y técnicas de nuestra profesión.
Una de las primeras
reglas es NO COPIARÁS. Es una lucha
titánica y constante en esta profesión y más aún por internet, y es una de las
razones por las que este blog ha pasado a tener contenido bajo suscripción.
Como es una historia larga, podéis leerla aquí si queréis para no irnos por las
ramas.
Otra de las primeras reglas es CONTRASTARÁS LAS FUENTES. Eso significa que hay que leer e investigar en varios sitios, que hay que contrastar lo que dicen todos esos sitios y de dónde sacan la información esos sitios para tener la certeza de que lo que estamos compartiendo y escribiendo es contenido de calidad, fiable y verificable.
Otra regla importante, por poner una más, es CITARÁS TUS FUENTES. No solo es que no copies o que contrastes lo que escribes, es que cuando escribes usando el trabajo de los demás, les das el crédito que mercen. Esto se hace por respeto al autor o autra y, sobre todo, porque eso es lo que da fiabilidad a tu trabajo.
Internet está lleno, llenísimo, de blogs y webs que no cumplen ninguna de las tres: que copian y pegan de otros sitios (y al final por toquetear un poco esto y aquello y que parezca que lo hemos escrito nosotros acabamos diciendo lo que no era, como un teléfono escacharrado). Y que no contrastan lo que copian y pegan o comparten. Y mucho menos citan de dónde sacan la información. Y así se crean los bulos estratosféricos que parece que en los vikingos no tienen fin.
Historia (real) de las mujeres vikingas
Cuando habíamos superado (más o menos) lo de los cascos con cuernos, llegan las vikingas que luchaban a miles y la igualdad de género en la época nórdica.
Y es absolutamente descorazonador ver cómo esas páginas que comparten contenido de dudosa calidad, esos medios de comunicación que comparten contenido falseado cuando no directamente inventado, tienen cientos de miles de seguidores y sus artículos y publicaciones se vuelven virales en pocas horas. Y el daño ya está hecho. Y no poco, precisamente.
Así que, para
intentar paliarlo y ya que la historia de género es uno de los aspectos que más
me gustan del mundo nórdico, a lo largo de todos los años que lleva abierto el
blog he ido subiendo artículos para hablar de mujeres vikingas unos, y para
desmitificar o contrarrestar algunas noticias otros.
Los voy a dejar aquí
a modo de recopilación para que, si de verdad os interesa la historia vikinga y
el papel que jugaron sus mujeres, podáis leerlos (y escucharlos porque algunos
son entrevistas de la radio) y tener una idea real, veraz e histórica de las
mujeres vikingas.
Empezamos por el principio: el papel de las mujeres en la Era Vikinga
En estos artículos o entrevistas de la radio podéis haceros una idea del papel general que desempeñaron las mujeres nórdicas; podéis leer cuáles eran sus cometidos, cuáles no, a qué se dedicaban, en qué radicaba su importancia, etc.
Continuamos intentando derribar el mito de la mujer guerrera como algo habitual
En
este artículo específico os explico por qué las mujeres vikingas no eran
guerreras en la misma proporción que los hombres. Lo escribí a raíz de otro
caso flagrante de mala praxis divulgativa hace unos años. En aquel momento se
presentaron los resultados de un estudio en el que se explicaba que la mitad de
los cuerpos analizados procedentes de la zona del Danelaw (la zona de
Inglaterra en la que se establecieron los vikingos durante su conquista del
territorio) eran de mujeres. Esto no significa, ni el estudio dice, que la
mitad de los guerreros vikingos eran mujeres; lo que explica el estudio es que
es más que probable que durante la conquista vikinga de Inglaterra llegaron a
colonizar el territorio y a asentarse en él tanto hombres como mujeres, al
contrario de lo sucedido en otros territorios, donde los vikingos se mezclaron
con la población autóctona. Lo tenéis todo desarrollado en el artículo. Y podéis
leer también
Así que, siguiente regla: SI NO ENTIENDES UN PAPER O UN ESTUDIO NO PUBLIQUES LO QUE TE DA LA GANA.
Y, por último, ¿una tumba de una guerrera es sinónimo de mujeres guerreras?
Aquí os explico el problema de hacer historia/arqueología desde un punto de vista androcéntrico a raíz de los (re)descubrimientos de la tumba vikinga de Birka (la del gran guerrero que al final era una mujer). En este artículo también hago hincapié en el gran problema que es otorgar valor al papel que jugaron las mujeres en la historia solo cuando les asignamos roles considerados masculinos.
La última entrada del blog (la de que las mujeres vikingas no vivían en una sociedad con igualdad de género, que podéis leer aquí) ha suscitado gran revuelo. En general las críticas han sido muy positivas pero, como siempre que se tratan estos temas con perspectiva de género, hay que lidiar con algunos comentarios de «seres» bastante poco educados y afortunados. Feminazi, ideología de género, corrección política, te lo inventas, no sabes nada, queréis cambiar la Historia, algún que otro insulto y bla bla bla bla.
Soy consciente que el mundo nórdico, y el vikingo en particular, es mundo en el cual una parte de su público está muy poco interesada en la historia de género. Pero por eso, precisamente, yo lo encuentro imprescindible y, por eso también, es uno de los temas que más me gustan y sobre los que más leo e investigo.
Y es que no se trata de cambiar la Historia cuando se construye un relato desde la perspectiva de género, se trata de hacerla más justa y de otorgar a las mujeres el reconocimiento y el lugar que han desempeñado en ella. Eso sí, de forma rigurosa, no cayendo en deformaciones como las que indiqué en la entrada pasada.
En cualquier caso, como no quiero extenderme en esto, el propósito de esta entrada es recomendaros dos libros que a mí me gustaron mucho y que a algunos y algunas de las que estos días me habéis pedido bibliografía seguro que os pueden interesar: La mujer de los orígenes. Imágenes de la mujer en la prehistoria occidental y La mujer en el origen del hombre. No son muy largos y son tremendamente esclarecedores para comprender cómo se han creado discrusos históricos sin perspectiva de género (y sus consecuencias).
Os cuento un poco.
Título: La mujer de los orígenes. Imágenes de la mujer en la prehistoria occidental Autora: Claudine Cohen Editorial: Cátedra (colección Feminismos) Páginas: 176 Fecha de publicación: 2011 ISBN: 978-84-376-2896-7
La mujer de los orígenes de Claudine Cohen se lee en un suspiro. Es un libro que, aprovechando el análisis de cómo se ha tratado a la mujer en la arqueología prehistórica como disciplina, lleva a cabo un repaso muy interesante al desarrollo de esta ciencia, sus etapas, sus escuelas y sus teorías.
Es muy revelador ser consciente de la cantidad de tiempo que se ha hecho Prehistoria (e Historia) sin mujeres ni como sujeto de estudio ni como estudiosas en sí (especificar estas dos vertientes es tremendamente importante) y cómo poco a poco se intenta solventar ese problema aplicando la perspectiva de género en la snuevas investigaciones.
El libro repasa teorías pasadas como la de Bachofen, las teorías de la Gran Diosa de Maria Gimbutas (que aunque hoy en día esté desfasada siempre es muy interesante de leer porque son de los primeros pasos en la materia) o las corrientes más actuales que buscan alejar a las mujeres de la Prehistoria del único papel religioso que se les ha otorgado en muchas ocasiones (por ejemplo, todas las figurillas como las venus) y pretenden darles visibilidad en otros muchos aspectos cotidianos y variados, más reales y equitativos.
Título: La mujer en «El origen del hombre» Autoras: María Ángeles Querol y Consuelo Triviño Editorial: Bellaterra Páginas: 334 Fecha de publicación: 2004 ISBN: 978-84-7290-256-0
Este libro es algo más largo y es algo más complicado de leer, pero también os lo recomiendo encarecidamente, para que veáis la importancia del lenguaje. Para mí el lenguaje inclusivo no es que digamos todos y todas. Eso es un paso, evidentemente (soy fiel creyente de que lo que no se nombre, no existe), pero el lenguaje verdaderamente inclusivo es que las mujeres estén representadas en todos los ámbitos y se incluyan en todos los discursos.
Podemos aceptar que en español el genérico es masculino (o no, yo me guardo ahora la opinión), es un debate interesante este en el que no voy a entrar ahora, pero también debemos aceptar que, bajo ese paraguas de lo genérico en masculino, dependiendo de quién lo está usando y para qué, su discurso excluye deliberadamente a las mujeres.
Véase, por ejemplo y que es de lo que trata este libro, de lo que se escribió en España durante el siglo XIX y XX al hablar de la evolución humana. De la evolución del hombre, mejor dicho, porque en todos (o casi todísimos esos textos: ensayos, libros de texto, panfletos, artículos…) de lo que se hablaba es del hombre. Varón. No de las mujeres, que aparecían de vez en cuando de forma diferenciada.
Primero fue el discurso creacionista, que siempre hablaba de hombres, no de mujeres. Si acaso aparecía Eva, de una costilla, y se tejía el discurso de la superioridad de Adán y, por ende, de los hombres.
A finales del siglo XIX la cosa comenzó a cambiar, llegó Darwin (y sus antecesores) y apareció la teoría del Evolucionismo. No os creáis que en España no nos costó pasar por el aro. Durante casi toda la Dictadura y buena parte de los años 70 muchísimos libros (¡de texto!) planteaban la evolución en términos creacionistas. Y así se educó buena parte de nuestra sociedad.
Total, que llegó el Evolucionismo y podríamos haber aprovechado para construir un discurso más moderno, más real, más científico y más inclusivo, pero no fue así. Para las mujeres la cosa no cambió: primero en nombre de Dios, y después en nombre de la Ciencia, la mujer era inferior y apenas valía la pena hablar de ella. Salvo que hiciese falta puntualizar que era notablemente inferior al hombre por cuestiones científicas y, por tanto, incontestables: que si las mujeres tenían el cerebro más pequeño y eran más tontas, que si nuestra naturaleza era débil, abnegada, bondadosa, histérica, charlatana y no podíamos gobernar, que si no valía la pena ni educarnos porque, total, con esa birria de capacidad craneal a saber si nos enterábamos de algo. Así que, de nuevo, primero en nombre de Dios y después de la Ciencia, la mujer mejor en casa, pariendo, criando y cuidando.
Este discurso Evolucionista, además, nos trajo consigo toda la construcción científica y antropológica de la prehistoria. Y se centró, por supuesto, en el hombre. Detrás de cada invento prehistórico, estaba el hombre; detrás de cada hallazgo (herramientas o utensilios de sílex, pinturas rupestres…), estaba el hombre. En todos los dibujos de manuales y libros de prehistoria, el hombre hacía cosas «importantes» y la mujer estaba ahí, medio en pelotas, cosiendo algo y cogiendo alguna frutilla. Cuando no la mítica imagen de la mujer cogida por los pelos y arrastrada por el suelo por el hombre. Se generó un relato que imaginaba, sin prueba alguna, que las mujeres estaban en las cuevas pariendo y cuidando de niños y niñas y apenas participaban en nada «importante» o «productivo».
Así, la mujer a lo largo no solo de la Historia, sino de la Prehistoria, ha sido invisibilizada, apartada, denostada y ninguneada. Empezamos a hacer ciencia en el XIX desde una óptica absolutamente misógina, androcentrista y patriarcal que siempre situó a las mujeres fuera del plano histórico. Que miró al pasado desde los ojos de su presente machista en el que las mujeres no valían nada y lo trasladó a ese discurso histórico. Así, haciendo pseudociencia (porque su discurso estaba cargado de prejuicios personales y moralina cero científica, porque usaban la ciencia para asentar su pensamiento y no para construirlo) se generaron discursos de roles de sexo, de repartición de trabajos para todas las épocas en los que los trabajos de los hombres eran los importantes (como la caza) y los de las mujeres, secundarios. Y eso valía para aseverar que los hombres eran más importantes que las mujeres y merecían más derechos que ellas. Más espacio público. Más atención. Más posibilidad y oportunidades.
Se conceptualizó la prehistoria desde una óptica social, cultural y familiar moderna y las mujeres de la prehistoria sufrieron el mismo trato que estaban sufriendo aquellas contemporáneas a los hombres que construían aquellos discursos.
Dicho lo cual, lo que espero encarecidamente es que si esta entrada debe generar algo, sea un sano debate, no (una vez más) algo tóxico en el que gente ofendida llegue a descalificar y a cuestionar mis conocimientos y mi investigación sin aportar un solo dato valioso. Ya sabéis, debatir siempre, pero mejor si es cuando hay algo que aportar. Y, por supuesto, si tenéis recomendaciones literarias al respecto, os animo a que las dejéis en los comentarios.